01.

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— Hey, TaeTae —llamó, acercándose con prisa hacia el mayor.

— Hola, Jiminie.

— Ah... Hola. ¿Estarás ocupado hoy? —llevó una mano a su propio cabello, echándolo hacia atrás con cierta pizca de coqueteo en su expresión.

— Supongo que no, ¿por qué? —sonrió insinuante.

— Ven a mi casa —susurró, acercándose para acariciar el pecho del mayor.

Claro que aquellos perfiles sin vida social habían encontrado pruebas de que ellos fuesen dueños de las cuentas de Tatavnt y BabyMochi pero, al contrario de Yoongi y Jungkook, ellos tan solo las habían abandonado. No habían vuelto a abrirlas para absolutamente nada e ignoraban a quienes aún los acosaban en sus cuentas personales.

Sí habían sido acosados e incomodados con preguntas bastante directas, claro que habían pasado por ciertas molestias, pero aquello se había esfumado tan pronto como apareció; el interés de aquellos tipos se fue pronto y finalmente se enfocaban más en sus cosas que en simplemente seguir a un par que hacía porno en internet, porno casero, ¿qué tan asombroso era? No había motivo para seguirlos de ese modo, como si fueran científicos que encontraron la cura de las enfermedades más mortales, tan solo eran chicos desnudos.

Hubo una salida, tan sencilla como la espera, pero Jungkook no había podido verla en su tiempo.

Porque, bueno, Taehyung y Jimin se tenían el uno al otro, sus padres ni siquiera se habían enterado, y al menos podían lidiar con ello juntos.

Pero Jungkook tan solo tenía a Yoongi, y Yoongi había empeorado la situación.

El caso de Jungkook sí había sido mucho más comentado y, aún después de tanto tiempo, seguía en boca de muchos. ¿Por qué? Porque, casualmente, esa vez que follaron en un parque fue la última que se le vió a Jungkook.

Sus padres lo habían reportado como desaparecido, pero no había mucho apoyo de parte de las autoridades cuando se trataba de adolescentes, pues estos muchas veces solían irse por su propia cuenta y no se les daba demasiada prioridad. El tiempo pasaba y no aparecía, pues realmente sí se había ido por decisión propia y sus padres lo sabían, pero querían encontrarlo y si decían algo como eso, nunca se les ayudaría a lograrlo.

Seokjin fue el más dolido; Seokjin lloró por semanas ante la carta de su hermanito, él no podía soportar pensar en que no estuvo ahí para apoyarle, pues sea lo que sea que le hubiese hecho alejarse, lo que hubiese encontrado en Yoongi que no tenían ellos, pudo haberlo sabido, pero nunca lo averiguaría si ya no pasaba tiempo en su casa.

Descuidó su carrera y estuvo a punto de reprobar una de sus clases en la facultad de Medicina, su futuro pendía de un hilo gracias a esa corta y clara carta, que aún permanecía adherida a su mente. Había terminado por decidir abandonar la carrera, pues igual ya no tenía la más mínima inspiración para continuarla.

Jungkook había dejado tanto dolor e incertidumbre tras haberse ido, pero ni siquiera lo sabía.

Porque Yoongi tan solo utilizaba internet para seguir subiendo vídeos y ganando dinero, sin leer nunca los comentarios de toda esa gente pidiéndole que regrese a su casa o que, al menos, les haga saber que está bien —donde sea que esté— y que no está siendo forzado a nada, sino que realmente se fue con Yoongi porque quiso.

[ ♥ ]

— A-ah, T-Tae —gimió, cerrando sus ojos y sintiendo su miembro liberarse, viendo el semen  caer en el pecho del mayor, quien tan solo le miraba, con su rostro completamente rojo y pequeñas gotas de sudor en su frente.

Disasterology 윤국 YoonKook • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora