Capitulo16

961 46 20
                                    

Dulces mentiras o verdades que te romperían el corazón, ¿tú qué

escogerías?

«¡No, no, no! ¡No puede haberme hecho esto! ¡Me dijo que

Hansel estaba aquí! ¡El tipo rubio miente!», gritaba Evelyn para sus

adentros mientras corría escaleras arriba hasta el profusamente

decorado vestíbulo.

—¿Señorita? —La voz de la recepcionista resonó lejana en su

oído, como si proviniese de un túnel de un kilómetro de longitud—.

Señorita, ¿adónde va?

Evelyn corrió tropezando hasta el ascensor, ignorándola.

«¡No! ¡Atticus no me mentiría de nuevo!» Seguía intentando

razonar con su sentido común. No quería creer que el rey hubiera

vuelto a engañarla. Deseaba con todas sus fuerzas que fuera el

vampiro de pelo rubio el que le hubiese mentido y que Hansel

estuviera allí, en el bloque de apartamentos, bebiendo champán tan

tranquilo. Incluso con una bonita chica de rodillas a punto de darle

placer. En esos momentos no le habría importado en absoluto: todo

cuanto quería era que él fuese feliz, que estuviera a salvo, allí, y no

cautivo en las sádicas mazmorras de Atticus.

Sin embargo, inconscientemente sabía que era cierto. A lo mejor

por eso había querido tanto ver a Hansel, porque quería comprobar

con sus propios ojos que estaba bien, porque en el fondo siempre

había dudado de las palabras, las promesas y las aseveraciones de

Atticus. Era un mentiroso profesional sin ningún sentido de la ética o

la moral, y no le costaba nada convencerla con sus subterfugios. Al

fin y al cabo, contaba con miles de años de experiencia.

—¡No, por favor, no! — gritó entrando a la carrera en el ascensor

más cercano y trastabillando al hacerlo. Le pareció que estaba a

punto de tener otro ataque de pánico y que iba a desmayarse.

Su mente iba a mil, pensando cosas terribles. Quería creer a

Atticus, pero ya no podía. Por mucho que fingiera que seguía

haciéndolo, le resultaba imposible convencerse a sí misma. Sabía

que Hansel no estaba allí. Había estado mintiéndose a sí misma,

censurando lo que ya sabía que era cierto para no tener que lidiar

con ello.

—¡No, Atticus, por favor...! No me mentiste cuando dijiste que

Hansel estaba vivo, intacto y bien, ¿verdad? ¡Ha sido ese vampiro

rubio y vengativo! ¡Él me ha mentido! — gritaba para consolarse,

tratando por todos los medios de proteger su ya demasiado

debilitada psique.

Pero no era verdad.

Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas EternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora