Capitulo 13

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Amar a Atticus era la elección lógica; la única elección posible. Él

era el despiadado rey que incluso cambiaría el mundo para

conseguir tener a Evelyn a sus pies.

Amar a Ethan era el destino, él era aquel para quien ella estaba

predestinada, era la persona de quien la providencia había querido

que se enamorara, con quien compartía un vínculo inquebrantable.

Ambos estaban destinados a estar juntos, sus almas estaban

conectadas, y la conexión entre ellos era eterna.

Amar a Hansel era... ilógico, irresponsable, temerario, y lo

opuesto a lo que el destino había planeado para Evelyn. Pero, en

realidad, el fuego que sentía cuando pensaba en él la consumía con

una pasión desmedida.

Se odiaba por desear a Hansel. No sabía por qué. No podía

explicarlo, pero ¿es que las emociones podían explicarse? ¿Había

alguna lógica tras las emociones humanas? Al fin y al cabo, las

emociones eran instintos, sensaciones inconscientes. Y el amor no

se podía forzar. Simplemente, era algo que sucedía.

Evelyn odiaba todo lo que le pasaba por la mente. Odiaba

sentirse tan ligada a Hansel de pronto. Quizá el sentimiento siempre

había estado ahí, latente, por culpa de lo que sentía por Ethan o por

su miedo a dejar que Hansel acabara siendo el objeto de la ira de

Atticus. A lo mejor siempre lo había llevado en su corazón, pero se

había resistido a reconocerlo porque se aferraba tercamente a la

idea de Ethan.

Había tantas teorías que podían aplicarse a su situación...

No tenía ni idea de lo que le pasaba. En un minuto estaba

decidida a conseguir hacer de Atticus un hombre mejor, a intentar

quererlo, y al siguiente, tan pronto había visto la posibilidad de

volver a estar cerca de Hansel, se sentía dividida e incapaz de llevar

a cabo su deber.

Sabía lo que tenía que hacer. Pero lo que tenía que hacer no era

lo que quería hacer. Y, al pensarlo, se sentía totalmente confundida

con respecto a lo que quería hacer en realidad.

Evelyn gritó contra las palmas de sus manos, frustrada. Tenía la

sensación de que se estaba ahogando con el peso de tantas

opciones sobre sus hombros.

«¿Por qué? — pensó—. ¿Por qué tiene que ser tan complicada la

vida? ¿Por qué no puedo ser mayor y más sabia y saber

exactamente lo que debería hacer y lo que quiero hacer? ¿Por qué

me pasa esto a mí? ¿Por qué debo escoger? ¿Por qué tuve que

conocer a Atticus y a Hansel? ¿Por qué no puedo volver a los días

Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas EternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora