Amar a Atticus era la elección lógica; la única elección posible. Él
era el despiadado rey que incluso cambiaría el mundo para
conseguir tener a Evelyn a sus pies.
Amar a Ethan era el destino, él era aquel para quien ella estaba
predestinada, era la persona de quien la providencia había querido
que se enamorara, con quien compartía un vínculo inquebrantable.
Ambos estaban destinados a estar juntos, sus almas estaban
conectadas, y la conexión entre ellos era eterna.
Amar a Hansel era... ilógico, irresponsable, temerario, y lo
opuesto a lo que el destino había planeado para Evelyn. Pero, en
realidad, el fuego que sentía cuando pensaba en él la consumía con
una pasión desmedida.
Se odiaba por desear a Hansel. No sabía por qué. No podía
explicarlo, pero ¿es que las emociones podían explicarse? ¿Había
alguna lógica tras las emociones humanas? Al fin y al cabo, las
emociones eran instintos, sensaciones inconscientes. Y el amor no
se podía forzar. Simplemente, era algo que sucedía.
Evelyn odiaba todo lo que le pasaba por la mente. Odiaba
sentirse tan ligada a Hansel de pronto. Quizá el sentimiento siempre
había estado ahí, latente, por culpa de lo que sentía por Ethan o por
su miedo a dejar que Hansel acabara siendo el objeto de la ira de
Atticus. A lo mejor siempre lo había llevado en su corazón, pero se
había resistido a reconocerlo porque se aferraba tercamente a la
idea de Ethan.
Había tantas teorías que podían aplicarse a su situación...
No tenía ni idea de lo que le pasaba. En un minuto estaba
decidida a conseguir hacer de Atticus un hombre mejor, a intentar
quererlo, y al siguiente, tan pronto había visto la posibilidad de
volver a estar cerca de Hansel, se sentía dividida e incapaz de llevar
a cabo su deber.
Sabía lo que tenía que hacer. Pero lo que tenía que hacer no era
lo que quería hacer. Y, al pensarlo, se sentía totalmente confundida
con respecto a lo que quería hacer en realidad.
Evelyn gritó contra las palmas de sus manos, frustrada. Tenía la
sensación de que se estaba ahogando con el peso de tantas
opciones sobre sus hombros.
«¿Por qué? — pensó—. ¿Por qué tiene que ser tan complicada la
vida? ¿Por qué no puedo ser mayor y más sabia y saber
exactamente lo que debería hacer y lo que quiero hacer? ¿Por qué
me pasa esto a mí? ¿Por qué debo escoger? ¿Por qué tuve que
conocer a Atticus y a Hansel? ¿Por qué no puedo volver a los días
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampirosHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...