Capitulo 73

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—No te preocupes, no voy a hacerle daño — le prometió Marcus al

ver la cara de miedo de la chica—. La quiero, nunca la pondría en

peligro.

—¿Lo sabías? — fue todo cuanto Evelyn pudo decir.

—Pues claro. Puede que estuviera fuera, pero tengo ojos y oídos

en este palacio y en todo el mundo. No creerías que un escándalo

semejante no me iba a llegar, ¿no? Es evidente que lo sabía. Tenía

mis sospechas antes de que Atticus me destinara a la frontera

australiana, pero cuando me prohibió que me llevara a Alice

conmigo, lo supe. — Se metió las manos en los bolsillos—. Pero no,

no le haré daño, si es eso lo que te preocupa.

—¿Al bebé? — preguntó Evelyn en shock.

Marcus no respondió. Se quedó con la mirada perdida,

mostrándole otra cara de póquer que descifrar. Ambos guardaron

silencio, pero en la cabeza de ella todo eran murmullos. «El bebé, el

bebé de Alice...» Evelyn se estremeció al pensar que pudiese

pasarle algo. Alice quería a aquel bebé y, aunque no hubiera nacido

todavía, ella también lo quería. Era un ser inocente.

—Deja de pensar tanto — le ordenó Marcus de repente. El grave

sonido de su voz la sacó de su trance—. Deja de pensar en Alice y

en sus problemas y empieza a analizar los tuyos. Tu situación actual

no es mucho mejor que la suya.

—¡No mates al bebé, por favor! — le suplicó.

Él la ignoró.

—¿Quieres saber por qué todo el mundo aquí es leal a Atticus?

—¡El bebé es inocente!

—Atticus tiene poder sobre todos los vampiros de su linaje. Se

doblegan a su voluntad. Por eso es el rey, porque nadie lo

derrocaría nunca. Es el hombre cuyo afecto todos buscamos porque

es el único cuyo afecto importa. Bueno, al menos, para los de mi

raza, claro.

—¿Qué quieres que haga? ¡Haré lo que me pidas si dejas vivir a

ese niño! ¡Accederé a la petición de mano de Atticus! ¡Lo querré, me

olvidaré de Hansel y de Ethan y de mi familia y de todo si me

prometes que no le harás daño!

Evelyn obligó a Marcus a detenerse.

—Querida, no tengo intención de chantajearte. Lo que hagas es

cosa tuya. El amor no puede surgir a través del chantaje. Atticus

está empezando a entenderlo, no puede usar el chantaje para que

caigas en sus brazos.

—¿Qué intentas decirme? ¡Ve al grano! — exclamó ella—. ¡Dime

lo que quieres!

Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas EternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora