—No te preocupes, no voy a hacerle daño — le prometió Marcus al
ver la cara de miedo de la chica—. La quiero, nunca la pondría en
peligro.
—¿Lo sabías? — fue todo cuanto Evelyn pudo decir.
—Pues claro. Puede que estuviera fuera, pero tengo ojos y oídos
en este palacio y en todo el mundo. No creerías que un escándalo
semejante no me iba a llegar, ¿no? Es evidente que lo sabía. Tenía
mis sospechas antes de que Atticus me destinara a la frontera
australiana, pero cuando me prohibió que me llevara a Alice
conmigo, lo supe. — Se metió las manos en los bolsillos—. Pero no,
no le haré daño, si es eso lo que te preocupa.
—¿Al bebé? — preguntó Evelyn en shock.
Marcus no respondió. Se quedó con la mirada perdida,
mostrándole otra cara de póquer que descifrar. Ambos guardaron
silencio, pero en la cabeza de ella todo eran murmullos. «El bebé, el
bebé de Alice...» Evelyn se estremeció al pensar que pudiese
pasarle algo. Alice quería a aquel bebé y, aunque no hubiera nacido
todavía, ella también lo quería. Era un ser inocente.
—Deja de pensar tanto — le ordenó Marcus de repente. El grave
sonido de su voz la sacó de su trance—. Deja de pensar en Alice y
en sus problemas y empieza a analizar los tuyos. Tu situación actual
no es mucho mejor que la suya.
—¡No mates al bebé, por favor! — le suplicó.
Él la ignoró.
—¿Quieres saber por qué todo el mundo aquí es leal a Atticus?
—¡El bebé es inocente!
—Atticus tiene poder sobre todos los vampiros de su linaje. Se
doblegan a su voluntad. Por eso es el rey, porque nadie lo
derrocaría nunca. Es el hombre cuyo afecto todos buscamos porque
es el único cuyo afecto importa. Bueno, al menos, para los de mi
raza, claro.
—¿Qué quieres que haga? ¡Haré lo que me pidas si dejas vivir a
ese niño! ¡Accederé a la petición de mano de Atticus! ¡Lo querré, me
olvidaré de Hansel y de Ethan y de mi familia y de todo si me
prometes que no le harás daño!
Evelyn obligó a Marcus a detenerse.
—Querida, no tengo intención de chantajearte. Lo que hagas es
cosa tuya. El amor no puede surgir a través del chantaje. Atticus
está empezando a entenderlo, no puede usar el chantaje para que
caigas en sus brazos.
—¿Qué intentas decirme? ¡Ve al grano! — exclamó ella—. ¡Dime
lo que quieres!
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampireHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...