«¿Y si...?» era una de las combinaciones de dos palabras que más
miedo podía dar. Y eran las dos palabras que no paraban de
resonar en la mente de Evelyn.
¿Y si...? ¿Y si Atticus decía la verdad?
Él odiaba a Ethan y ahora odiaba aún más a Hansel. Hacer que
volviera a formar parte de la vida de Evelyn para que ella pudiera
experimentar un poco de felicidad sería todo un sacrificio por su
parte. Debía de ser el acto más abnegado que había llevado a cabo.
La chica suspiró.
«¿Y si...?»
—¿Señorita Blackburn? ¿Se encuentra mejor? Podemos pedir a
la cocina que le preparen comida humana si no se encuentra bien
del todo. Y tenemos muchos remedios, ¿sabe? También para
dolores mensuales femeninos y esas cosas...
Evelyn puso los ojos en blanco ante la patosa forma en que Josh
intentaba formular sus frases. ¿Qué daba tanto miedo de la regla?
—No, no quiero volver todavía. Necesito un poco más de aire
fresco y tiempo para pensar.
Evelyn no se fijó en la mueca de preocupación de Ed.
—Sería más feliz si se enfrentara a los problemas de cara, con
valentía. Escapar de ellos y darles demasiadas vueltas es peor.
«Estamos hablando de Atticus Lamia, no existe darle
demasiadas vueltas a eso, tengo que calcular muy bien mis
movimientos», pensó ella. Era lo suficientemente lista como para
guardarse aquellos pensamientos para sí. Si los pronunciara en voz
alta, seguro que a aquel par le subirían el sueldo.
No dijo nada y echó a andar hacia el lado opuesto por el que
habían venido. Odiaba tener que estar siempre pendiente de cada
palabra, de cada acción. Vivir con Atticus era tan estresante... Ojalá
él confiara en ella y le fuera sincero por una vez en la vida. Se lo
había dicho: si quería su corazón y construir una relación o incluso
un matrimonio con ella, tenía que ser honesto.
«Atticus Lamia, perro estúpido e ignorante, ¿cuántas veces
tengo que decirte que necesito ser capaz de confiar en ti antes de
poder quererte? ¿Cuántas veces tengo que decirte que primero
debes dejar de manipularme y de engañarme? ¿Por qué no puedes
ser sincero conmigo, maldito estúpido?»
Evelyn quería pegarle a alguien.
Consideró por un momento golpear a Ed o Josh sólo para notar
un subidón de adrenalina, pero se abstuvo. Aunque no podían
devolverle el golpe, seguro que al pegarles se hacía más daño ella.
Además, eran buenos tipos, no se lo merecían.
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampirosHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...