Recorrer los aterradores y oscuros pasillos de las mazmorras reales
no era agradable, pero la idea de ver a Hansel hizo que Evelyn
consiguiera soportar la experiencia. Aunque los gritos de los
prisioneros la hacían estremecer.
Cuando ya estaban cerca de la celda, la joven oyó a Jonah decir
algo en otra lengua por un aparato electrónico. Se preguntaba cómo
era posible que llegara la señal a tanta profundidad.
Había guardias vestidos de negro escondidos entre las sombras.
Evelyn quiso preguntarle a Jonah si no le contarían a Atticus que los
habían visto juntos allí abajo, pero decidió confiar en el vampiro. Era
más viejo que ella, mucho más inteligente, y era obvio que le
importaba mucho Hansel.
Jonah estaba ansioso por hacérselo pasar mal a ella, por verla
sufrir, pero no así Hansel. Y si Hansel estaba bien, a la joven no le
importaba sufrir todo tipo de castigos.
El vampiro de pelo rizado se encontraba en una celda más
grande que el resto. Jonah estaba al mando de la guardia real, y por
tanto era él quien controlaba las mazmorras. Se había asegurado de
encerrar a Hansel en una de las zonas más tranquilas y había hecho
todo lo que estaba en su mano para hacerle la estancia lo más
cómoda posible dadas las circunstancias. Jonah no sabía si Atticus
había estado de acuerdo con ese trato de favor o si simplemente le
daba igual. El rey todavía quería a Hansel, Jonah estaba seguro de
ello.
Había cuatro hombres en su celda. Los cuatro eran agentes
especializados en torturas. No dudaban a la hora de burlarse y
provocar a Hansel haciendo referencia a su antigua gloria. Algunas
de las cosas que decían eran muy dolorosas. Pero no, no eran los
insultos dirigidos hacia su persona los que más le dolían, pues éstos
pasaban por sus oídos como una brisa. En cambio, las referencias a
su traición lo atravesaban como un cuchillo de carnicero.
Lo destrozaba oír cómo no paraban de recordarle que Atticus lo
había salvado y que él a cambio lo había traicionado por una chica.
Esas palabras eran mucho más difíciles de soportar que las palizas,
las balas, el agua dreyana que lo forzaban a beber. El dolor físico
sólo alcanzaba la carne, pero el dolor psicológico atormentaba su
mente. Las heridas del cuerpo se curaban con el tiempo; de las
mentales no era tan fácil recuperarse.
Hansel tenía las manos apretadas formando puños por encima
de la cabeza. En la mazmorra flotaba un nauseabundo olor acre a
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampireHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...