Evelyn era muy inocente. En ocasiones, lo era hasta de un modo
estúpido. Parecía que la mayoría de las veces no era capaz de ver
la dura realidad.
Era joven y su familia la había sobreprotegido de los vampiros,
de lo malo que era el mundo real. Lo habían hecho por amor, pero
ese amor desmedido había actuado en su contra, negándole las
herramientas para enfrentarse a la vida.
No obstante, en todo aquel tiempo con Atticus había aprendido a
lidiar con ella. En el mundo real nada era fácil, y la gente no te
trataba bien sólo porque tú los trataras bien a ellos. En el mundo
real sólo había dos tipos de personas: depredadores y presas. O
eras uno o eras otro. No había término medio. Matabas o te
mataban. Así de simple.
Evelyn era muy ingenua y optimista antes de conocer a Atticus.
Hacía un año les habría pedido a Josh y a Ed de forma educada que
la llevasen a las mazmorras porque creía que todo el mundo era
bueno y hacía cosas por pura bondad.
Pero el mundo no funcionaba así.
Ahora, un año más tarde, y con muchas lecciones de vida bien
aprendidas, ya no era tan estúpida como para pedirles a los
guardias que la llevaran a donde quería ir. Sabía a quién eran
leales, y no era precisamente a ella.
Para conseguir lo que quería, debía ser lista, debía ser astuta.
—Parece que tiene frío — dijo Josh—, ¿no cree que ya ha
andado bastante por hoy?
—No tengo frío.
—Y ¿qué tal van los..., ya sabe..., dolores mensuales de..., eh...,
barriga?
—Ya hace años que aprendí a soportarlos, no te preocupes —
mintió. Por algún motivo, esta vez sus dolores menstruales eran
mucho más intensos. Tanto que a ratos era incapaz de andar, por no
hablar ya de correr—. Atticus me ha dicho que hay como unos cien
miembros de la realeza viviendo en palacio. Siempre me he
preguntado dónde viven todos... Llevo tiempo aquí y apenas si he
conocido a ninguno, ¿dónde se esconden?
—La mayoría viven al otro lado del palacio. Al rey le gusta la
privacidad, así que guarda la mayor parte del ala este para su uso
personal. Sólo algunos de sus amigos más cercanos pueden tener
residencia a este lado del palacio — explicó educadamente Ed.
—¿Cómo de grande es el palacio? — preguntó ella.
—Eso no le incumbe, señorita — saltó Josh.
Evelyn se echó a reír.
—Vaya, perdone usted, señor autoridad.
—No pregunte tanto, nos va a meter en un lío.
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampirHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...