Capitulo 70

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Amor.

¿Cómo se quiere a alguien?

¿Qué diferencia el amor del deseo?

¿Cómo de lejos se está dispuesto a llegar por amor?

La mano de él descansaba sobre el pelo de ella y la de ella

sobre el de él.

Él la acercó y ella hizo lo mismo.

Su beso fue como ningún otro. Empezó despacio, labios contra

labios, casi inocente. Pero luego, a medida que ambos saborearon

por primera vez la pasión escondida en sus subconscientes, se hizo

más profundo y comenzaron a besarse desesperados, hambrientos.

Evelyn notó un calor en el pecho y su corazón se aceleró. Notar

los labios de Hansel contra los suyos no estaba bien, pero... sentía

que era lo correcto.

Era peligroso, ambos eran conscientes de ello.

No debían besarse, lo sabían.

Estaban arriesgando sus vidas por aquel pequeño aunque

placentero gesto y lo sabían.

Deberían haberse apartado, era lo que debían hacer, pero no

podían.

Permanecieron abrazados. Evelyn deseaba quitarse el abrigo.

Quería sentirlo cerca. Ambos estaban poniendo en juego mucho

más que sus propias vidas, pero ninguno de los dos quería parar.

En ese momento, una explosión de calor, de dicha y de alegría

invadió el pecho de los amantes. Era por instantes como ése por lo

que merecía la pena vivir.

Las normas estaban hechas para saltárselas. La felicidad estaba

al otro lado de las barreras que los enclaustraban. A veces había

que luchar por lo que uno quería, jugárselo todo a una carta,

disfrutar de la felicidad que uno merecía.

Sin embargo, por muy encantador que resultó el momento,

también fue la primera grieta en la fina capa de hielo que cubría el

océano de desgracias en el que se encontraban Hansel y Evelyn.

Segundo a segundo, el tiempo pasaba. Con el otro entre sus

brazos, a ninguno de los dos parecía importarles. Hacía mucho que

Evelyn no sentía aquella especie de delirio de felicidad.

El beso la había dejado sin aliento.

Hansel la había dejado sin aliento.

Se aferraba a él como si su mente dependiera de ello.

Cuando por fin se separaron un poco, la muchacha estaba sin

aliento.

Su corazón cabalgaba desbocado en su pecho. Sus pulmones

se expandían y se contraían, luchando desesperadamente por

obtener todo el oxígeno que su cuerpo necesitaba.

Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas EternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora