A Evelyn casi se le salieron los ojos de las órbitas. Sabía que debía
disimular, pero estaba boquiabierta por la vulgaridad de las palabras
de Atticus.
No podía creerlo. Apenas unos segundos antes se había
mostrado dulce, comprensivo, amoroso más allá de sus
expectativas, y... ¿ahora? Parecía que volvía a ser el vicioso rey de
siempre.
La joven apartó la vista y se mordió el labio inferior. Se hundió un
poco. Había tomado aquel gesto de ternura como una señal de que
una revolución estaba en camino y eso le había hecho bajar la
guardia un momento.
«Soy tan idiota...»
Aquel beso había sido su primer intento real de explorar otras
posibilidades. Había estado luchando para convencerse de que
debía darle a Atticus el beneficio de la duda, y justo cuando había
perdido el buen juicio por una vez en la vida, no creía lo que había
pasado. Qué típico. En parte quiso reírse de su propia estupidez.
«No olvides todo lo que te ha hecho. Un monstruo así no cambia
nunca. Corre, Evelyn. Corre mientras te quede aliento y tengas las
muñecas libres de cadenas.»
—Lo-lo siento — dijo él en un susurro, pero no se apartó. Puso
ambas manos sobre los hombros de ella. Su tacto no era brusco,
pero seguía ejerciendo presión contra el cuerpo de la joven—. Evie,
lo siento. No debería haber dicho eso.
Ella fingió reír, pero el sonido se parecía más al de alguien que
se ahogaba que una carcajada divertida. No levantó la vista.
—Supongo que me deseas más de lo que me quieres — dijo con
calma, y se tapó los pechos con el brazo. La espuma y los pétalos
flotantes no le parecieron suficiente protección.
La mandíbula de Atticus se abrió de par en par y su respiración
se tornó pesada.
—Eso no es verdad. ¡No te atrevas a degradar lo que siento de
esa forma! Sabes lo mucho que me importas, Evelyn. Si no te
quisiera, estaría metiéndome entre tus piernas por la fuerza ahora
mismo. Si no te quisiera, te habría sacado del baño y te habría
follado en el mismo momento en que he visto tu cuerpo desnudo
reluciendo bajo el agua. No tienes ni idea de lo mucho que me estoy
conteniendo porque te quiero, tanto que no sé qué demonios hacer
conmigo mismo la mitad del tiempo que no paso contigo.
—Pensaba que el hecho de que te hubiera traído un regalo te
haría más feliz que el sexo — dijo ella asustada—, pero supongo que
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Un Amor Oscuro Y Peligroso - Almas Eternas
VampireHay dos Atticus: el monstruo poseído por la Oscuridad, que le utiliza como puerta de entrada para destruir el mundo, y el vampiro que lucha contra las fuerzas malignas para recuperar su alma. Evelyn sabe que para recuperar su libertad y salvar el mu...