Capítulo 41

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Hola, hola...

En esta ocasión el capítulo va dedicado a todas ustedes, muchas gracias por leer...


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Maratón 1/?

Salgo a realizar un poco de ejercicio antes de ir al trabajo, ahora me encuentro corriendo y escuchando un poco de música, puesto que me siento activa, con mucho ánimo y con deseos de comerme al mundo.

¿Y quién no, Keilisita?

Sonrío, estoy que todo me hace feliz, pues aún me pregunto como fui tan valiente y besarlo de esa manera tan íntima como si estuviera acostumbrada a hacerlo todo el tiempo, pero me recuerdo que quería hacerlo y se me pasa.

Claro, la vergüenza no existe en tu vocabulario de gente prudente, Keilisita...

Besarlo es como sentirse en otro mundo, eso se siente a otro nivel, es como si dentro de mi ocurrieran un sin fin de explosiones mágicas, como los fuegos artificiales en año nuevo, mi estómago se retuerse una y otra vez, cada vez que lo tengo cerca, cada vez que lo pienso.

Levantarme y ver ese hombre a mi lado me hizo sentir cosas que nunca antes había experimentado, ni siquiera con Diego, trago grueso, al pensar en él y su relación con Marcelo, son hermanos y yo no puedo dejar de pensar hasta donde me llevará todo esto. Ser novia de uno por más de un año, dejarlo y luego tomar el otro hermano, se lee y se escucha feo, pero es la verdad.

Que te importe una mierda eso, Keilisita...

Aunque Marcelo y yo no tenemos nada, lo único que ha ocurrido entre nosotros es besos calientes y coqueteos, nada más, no evita que, en ocasiones, me sienta como la mala en la historia y que las personas no me juzguen como tal.

La historia de la chica que estuvo con los dos hermanos...

Las personas suelen ser muy duras con sus comentarios porque no conocen nada de lo ocurrido detrás del telón, son aquellas personas que se limitan a ver solo aquello que se cruza delante de sus ojos y no se detienen a mirar un poco más allá y por pensamientos como esos mi pecho se encoge porque, aunque no siempre le doy importancia al que dirán, tengo miedo de que esto me lastime más de lo que antes fui lastimada o peor aún que termine por destruirme.

Mi PERDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora