Maratón parte 3/3
Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe, se siente el aura y la gran satisfacción de saber que se va a culminar otra semana más de labor y les confieso que después de la noche de anoche, me siento como un tanque de guerra aún cuando sólo he dormido por un poco más de dos horas. Aún siento la sensación en mi boca, la sensación de mi último beso con el hombre que se a adueñado de mis pensamientos. Aún siento la sensación de cada roce de nuestros cuerpos y sobretodo los latidos apresurados de nuestros corazones, lo que me sucede con Marcelo no tiene precedentes.
Trago saliva y un hoyo descomunal se asienta en mi estómago cada vez que pienso en él y más aún porque reconozco perfectamente a que se debe ciertas sensaciones, más no puedo reconocerlo en voz alta, no estoy lista para eso aun.
He de confesar que al cerrar los ojos, no pude apartarlo de mi mente y cuando al fin quedé rendida en los brazos de Morfeo, soñé con él, sueños no actos para menores de dieciocho años.
Estamos perdidas, Keilisita...
Hace tiempo, consciencia...
Estoy muy emocionada, no lo voy a negar, pero ¿han sentido mucha emoción y miedo a la vez? Pues ese es mi caso, estoy muy ilusionada y aterrada a la vez. No puedo de dejar de pensar en Diego y su familia, específicamente, su madre quien me conoció como la novia de su hijo mayor, ¿Qué dirá la señora ahora? Aunque Marcelo y yo no tenemos nada, más que una fuerte atracción, mucho besos y coqueteos continuos, no puedo ni imaginar si se enteran que hay eso entre nosotros.
No te engañes Keilisita, entre ustedes hay mucho más que una amistad...
Aunque para ser honesta, sea lo que sea que venga, yo, Keily Elizabeth Andersson Presley, estoy lista para derrumbarme, caer como tonta, pero también estoy lista para volver a ponerme de pie, no hay de otra
Es mejor decir: "lo intenté" a preguntarme una y otra vez: "¿Qué hubiese sido si lo hubiera intentado?"
Estoy lista, sin embargo, estoy asustada como la mierda y no es para menos.
Tranquila, estamos juntas en esto, porque si no lo haces tú, lo hago yo y te abandono para ir detrás de lo que quiero.
¿No tienes miedo?
Por supuesto que si, pero un día me dijiste que no permitiera que el miedo me paralizara, tu me aconsejaste, solo sigo al pie de la letra eso que un día me dijiste.
Eres tan impredecible, conciencia.
Soy como tú, Keilisita, por no decir que soy tu.
Sonrío.
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Mi PERDICIÓN
RomanceKeily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...