≪•◦ ❈. Capítulo 80. ❈ ◦•≫

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Saludos afectuosos, mis amores preciosos.

Aquí les traigo un super capitulo, pues esta muy largo, tiene dos de los que regularmente escribo, así que, has pausa y no olvides tomar agüita y continuar, es posible que te canses y si es así, me lo haces saber para dividirlo en dos.

Muchas gracias por estar.

Un saludo especial a IngridMorillo1 este capitulo va dedicado a ti. Gracias por tu apoyo, comentarios y esas palabras tan lindas hacia esta historia que tanto amo.

frangil2425 te quiero mucho con demasiado, espero que disfrutes este capítulo como los demás. Este capítulo también te lo dedico a ti por ser mi seguidor número 1.

AHORA SI, GENTE BELLA.   VAYA A LEER.

—No saben lo que sentí cuando vi que Marcelo tenía nuestro hijo en brazos

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—No saben lo que sentí cuando vi que Marcelo tenía nuestro hijo en brazos. Fue algo que ahora mismo no sabría como explicarles.

Keily, hablaba sobre lo que había ocurrido en casa de Elena. Sus emociones eran de pura felicidad.

—Hubiese querido estar ahí y verlos — manifestó, Amanda con evidente emoción, sus ojos estaban cristalizados —. Tengo tantos deseos de abrazar a mi hijo y de acabar con todo esto.

—No sé por que se ha cohibido tanto tiempo de ello, señora —habló, Martina, era ella quien tenía el bebé en brazos.

—Solo hacen un par de meses que recuperé mis recuerdos de aquel accidente y mi vida, Martina — explicó, Amanda con calma —. No podía simplemente aparecer y decir aquí estoy. Debía tantear el terreno, fue así que nos encontramos con la situación de Keily y nos dimos cuenta que mi hijo y su esposa estaban en peligro.

—El problema es que aparte de que sabemos que hay alguien en común que quiere hacerles daño, también hay otra escondida, que no da la cara y es a quien queremos descubrir — comunicó, Ángel.

—Yo soy partidaria de que se hable con Marcelo — aconsejó, Martina —. Es un hombre muy inteligente, estoy segura de que ayudará en todo esto.

—Estoy amenazada — anunció, Keily —. Debo mantenerme lejos de él para que no le hagan daño.

La pobre Keily, vivía en un sobresalto. Estaba teniendo ataques de ansiedad últimamente.

—Pues creo que es mejor que él sepa todo así podrá estar prevenido y cuidarse — habló, Sarah.

—Tengo terror de que lo lastimen tal cual lo hicieron con Jason hace unos meses y eso que estaba fuera de esta ciudad — manifestó, la pelinegra —. Pero...

—No es momento de hablar con él — soltó, Ángel, de repente quien solo escuchaba todo atentamente —. Marcelo está monitoreado y vigilado de todas formas, inclusive, tiene gente en las empresas que son cómplices de ese desgraciado detrás de la línea.

Mi PERDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora