Los días de iban muy deprisa, me sentía feliz por todo lo que estaba ocurriendo en mi vida, me iba a casar por la iglesia en menos de dos semanas, tenia la adrenalina a millón, son muchas las cosas que hay que preparar y, gracias a Dios, que tengo a Elena, Bianca, Cristina y Lisbeth conmigo.
Mi familia llegará en unos días, pues también hay una cena a la cual asistir.
Buscamos un organizador de bodas, pero que mejor que nosotras mismas para encargarnos de los detalles. La pobre organizadora se va a volver loca con Elena y Bianca, no paran de dar sugerencias de que esto si y aquello no. Las he soltado, es decir, las dejé tranquilas.
Hoy no he ido a True Style, ahora estamos todos acompañando a Elena para dónde su ginecóloga, le han un ultrasonido y tenemos la esperanza de que hoy, bebé en camino, se deje ver, pues hace unos días atrás no quiso nada.
Estamos en la sala de espera, Cristian es el más inquieto de todos.
—¿Cuantas pacientes es que han pasado ya? — Preguntó, impaciente.
—Esta con la primera aun, somos los siguientes — volvió a repetir por enésima vez, Elena.
—Pues ya tiene mucho tiempo ahí dentro — se quejó para que todos lo escucharan.
— Es una excelente doctora, revisa muy bien a sus pacientes y se toma su tiempo — dije, muy segura.
—¿Es aquí a donde vienes? — susurró, Marcelo en mi oído.
Di un asentimiento.
—De hecho, tengo cita en unas semanas.
—¿Pero te sientes mal? — Preguntó, preocupado.
Sonreí de boca cerrada mientras negaba con la cabeza.
—Solo es un chequeo control, cada seis meses.
Unos minutos después estábamos todos dentro del consultorio, la doctora Rodriguez, se sorprendió mucho a ver la cantidad de personas.
—No se sorprenda doctora, somos los tíos de bebé en camino — dije, y ella sonrió.
— Me imagino que aun no están todos — murmuró ella con una sonrisa.
— Imagina usted bien.
Mandó a Elena a ponerse una bata, mientras ella preparaba el espacio. Cuando la pelirroja avisó que estaba lista, pasamos al área de Sonografias.
—Bien, Elena — comenzó la doctora —. Vamos a ver si tenemos suerte el día de hoy.
Elena, sonrió.
Tomó en sus manos el aparato y dispersó el gel para desplazarse mejor por el estómago abultado de mi amiga.
—No vaya a hacer mucha presión con esa cosa, ¿Eh? — lanzó, Cris, preocupado —. No sea que le vaya a doler.
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Mi PERDICIÓN
RomansaKeily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...