Keily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...
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Keily
Ya ha pasado más de una semana desde que Diego y yo vimos aquella película y pasó lo que pasó. En estos días hemos estado muy bien, hemos tenido citas para restaurantes, fuimos al cine, comer helados, entre otras. Me siento feliz por que las cosas van de maravilla con él, mi trabajo y mis amigas ¿Qué más puedo pedir?
Ahora estoy en la universidad entregando un proyecto que hicimos Elena y yo, pero no era obligatorio venir las dos, entonces decidimos que yo vendría. Diego tiene dos días que ha salido de viaje y la verdad es que lo extraño muchísimo, pues de no ser por él y mis amigas moriría en la más miserable soledad, aunque también amo mi espacio y me acostumbro fácil a las circunstancias, a una más que otras, claro está.
Entrego el proyecto al profesor correspondiente mientras le explico algunos puntos. Después de unos minutos ya voy de salida cuando escucho a alguien llamarme, cuando me doy la vuelta es Edward, un compañero de salón.
- Hola, hermosa.
- Hola, Edward ¿Qué tal estas?
- Bien, gracias, por lo que veo tu también lo estás - dice con una sonrisa a la cual correspondo.
- Me preguntaba si te gustaría ir conmigo a un club muy bueno de la ciudad, se llama "Volcán en Erupción" es la nueva sensación.
- Agradezco mucho la invitación, pero sabes que estamos en los proyectos finales y no puedo desvelarme al menos que no sea necesario. - Veo como su semblante se torna triste por mi respuesta. - Pero te prometo ir luego y así invitamos a los demás compañeros.
Asiente no muy convencido y después de unas palabras más nos despedimos. Salgo de las instalaciones universitarias y me dirijo a mi trabajo. Veinte minutos después ya estoy aquí y me limito a realizar las actividades pendientes, observo unos documentos que van dirigidos a Natalia, me pongo de pie y voy hacia su oficina para entregárselos. Veo que su secretaria no está así que decido entrar, ya que existe confianza entre nosotras dos. Abro la puerta sin hacer mucho estruendo para no molestarla si esta concentrada.
- Ya quiero que estés aquí - habla ella a lo que parece la pantalla de su celular, esta de espaldas a mi - compré un Baby Doll que te va a encantar.
- Mmmm que delicia - frunzo mi ceño cuando escucho esa voz, pero no le doy importancia, ya que no debo inmiscuirme en asuntos de otras personas y mucho menos la de mi amiga.
- Si, cariño... - Un estruendo a su lado hace que gire su cabeza y me vea cerrando inmediatamente la llamada en la que estaba. - Oh, Kei - habla ella con una sonrisa nerviosa. - Estas ahí, boba, ¿En qué te puedo ayudar?
-Siento interrumpir, traje estos documentos que tienes que checar.
- Gracias, cariño y no te preocupes no has interrumpido nada importante, era mi novio y hablábamos de nuestro encuentro caliente, ya sabes.- Suelta con una sonrisa.
