≪•◦ ❈. Capítulo 82. ❈ ◦•≫

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Marcelo y Keily, habían llegado a casa en donde estaban todos reunidos en la sala de operaciones que Ángel había creado para proteger a su madre y su cuñada de las malas intenciones de la persona detrás de la línea

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Marcelo y Keily, habían llegado a casa en donde estaban todos reunidos en la sala de operaciones que Ángel había creado para proteger a su madre y su cuñada de las malas intenciones de la persona detrás de la línea.

—Llegaste pronto, hijo — soltó, Amanda, preocupada.

—El asunto lo amerita, mamá — dijo, él, dando un beso a su madre en la frente. Nunca soltó la mano de su mujer.

—El chico que trajiste es muy bueno, ya tiene una pista que podría dejar al descubierto a esa persona — habló, Danna.

Keily, soltó a su esposo para saludar a su suegra y cuñados.

—Es bueno que Asher te diga lo que ha descubierto, hermano — habló, Ángel. Este le dio un asentimiento.

La mirada de Marcelo y Asher, se encontraron.

—Sandoval.

—Black.

Ambos se dieron la mano y se saludaron con afecto como siempre.

—¿Qué me tienes? — Preguntó, Marcelo, dirigiendo su mirada a las grandes pantallas de monitoreo.

Asher, se sentó en la computadora madre de ese centro de operaciones.

—Lo primero que debes de saber es que centro de operaciones beta de la persona que esta haciendo sus llamadas, no está muy lejos de aquí.

Marcelo, frunció su ceño y abrazó a su esposa por encima de sus hombros.

—Si le damos a la ubicación con esta nueva aplicación que ha desarrollado el centro de operaciones militar — informó, mientras tecleaba una y otra vez los botones de la computadora —. Nos lleva a esta dirección y todo gracias a la última llamada que recibió tu esposa hace unos días atrás.

La pantalla hizo zoom y se ubicó en un punto rojo que parpadeaba sobre una propiedad que todos conocían muy bien.

Marcelo, frunció el ceño.

— Es la casa de... —soltó, Marcelo, de pronto.

La cara de todos era de asombro.

—¿Estás seguro de que ahí esta el caballo de troya? — Preguntó, Marcelo, incrédulo.

—Si, lo hemos comprobado varias veces — informó, Ángel.

—Eso quiere decir que Diego esta detrás de todo esto — escupió, enojado, dolido.

Keily, estaba sorprendida.

—Tenemos muchas cosas de que hablar, Marcelo — dijo su madre.

—Estuve por ahí con Vanessa y hay una parte de ess casa que esta totalmente vigilada, tienen hombres armados.

Marcelo, no podía creer lo que escuchaba y veía.

—Todos estuvimos en peligro, no puedo creer que ese imbécil le haya esto eso a mi esposa — estaba enojado.

Mi PERDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora