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Han pasado dos días desde que junto al equipo de diseñadores decidimos ir a pasarla bien en el Mercado 60, ubicado en el centro de la ciudad, la pasamos muy bien, bailamos, comimos, tomamos algunos y volvimos a bailar, esa noche la necesitaba, me hacía falta despejar la mente y poner en orden mis pensamientos, el objetivo era no pensar en nada más que disfrutar el momento con personas agradables.
Hoy es un día de muchos movimientos en la empresa, ya que se llevará a cabo la visita que hay que hacer a dos de las instalaciones que vamos a realizar las remodelaciones, ayer pudimos ponernos de acuerdo con Mercedes Beltran para que nos indique todo lo que quiere y como lo quiere. Ahora mismo, me encuentro en mi oficina organizando una carpeta que llevaré conmigo.
— Keily, querida. — Llama Alicia, quien ha encontrado la puerta de la oficina abierta, la miro y ella continúa. — Ya todo esta listo, el transporte los espera.
Doy un asentimiento de cabeza. — Muchas gracias, Alicia.
— No agradezcas, es todo un placer. — Responde ella con una sonrisa. — Ve por el equipo ya el trasporte esta en espera, Natalia se irá por su lado, no creo que coincidan por allá, así que sientete libre este ella o no. — Doy un asentimiento de cabeza y continúa; — Cualquier cosa no dudes en llamarme.
— Gracias, Alicia. — Hablo y me sonríe.
Suelto un suspiro cansado, Natalia tiene que ir con nosotros, me hubiera gustado que fuera Alicia, pero no podía, tiene reunión con uno de sus superiores y no puede acompañarnos. Ojalá y sea cierto y no logremos coincidir por esos rumbos.
Salgo de la oficina con mi bolso y carpeta en mano, me dirijo a dónde se encuentra mi equipo esperando.
— Esta usted muy hermosa jefesita. — Habla María, al tiempo que llego con ellos y le sonrío amablemente en agradecimiento. — Esa combinación le queda espectacular.
— Eso es cierto, nena. — Habla Elena muy sonriente y da un codazo a Moisés. — ¿Verdad, tú?
Me mira directamente a los ojos, estos tienen un brillo especial y sus mejillas toman un color rojizo, se remueve y habla: — Ella siempre se ve hermosa.
No me siento incómoda, Moisés es un buen chico y sé que es sincero al expresarse sin hacer comentarios con trasfondo, le brindo una sonrisa a todos.
— Gracias, Maria, gracias chicos, pero no es la gran cosa. — Hablo con una sonrisa porque es cierto, traté de elegir un vestuario que fuera cómodo para resolver los afanes de hoy, este consiste en unos Leggings de Jean que combina con una franela cuello quimono de color amarilla y sobre esta Blazer blanco, un cinturón de color marrón con zapatillas en punta fina de color crema y un bolso amarillo, en mi pelo hice una coleta alta y con lo largo que se encuentra el cabello, esta cae perfectamente sobre mi espalda, simplemente me siento cómoda con esto. — Vamos, es hora de irnos, los lugares a los que vamos quedan un poco retirado, así que el tiempo apremia chicos.
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Mi PERDICIÓN
RomanceKeily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...