≪•◦ ❈ PRÓLOGO ❈ ◦•≫

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Llegar a la ciudad de Mérida hace tantos años atrás, me había dado la oportunidad de comenzar de nuevo y dejar el pasado atrás; ahora, mi lucha diaria es no dejar que los obstáculos del día a día puedan vencerme y que ese pasado, se quede exactamente donde se encuentra sepultado. Sin embargo, ocurren situaciones en las que se hace inevitable volver atrás y que su fuerza  devastadora, quiera volver a lanzarte al piso sin contemplaciones.

Para ser mas especifica, cuando confías en las personas y entregas todo de manera incondicional, ya sea en el amor o una amistad (sean familiares o no), siempre esperamos eso devuelta, quizás no con la misma intensidad, pero sí lealtad, gratitud, empatía y de más. No obstante, cuando te demuestran lealtad por años y de un momento a otro, enterarte de que todo el mundo color de rosas que has tratado de construir después de toda las situaciones negativas que has vivido y, que las personas que se encuentran a tu alrededor no son lo que aparentan ser, es una situación desgarradora.

Ser engañada de la más vil manera por personas en las que en verdad confiaba, me destrozó bastante, trajo recuerdos que estaban sepultados, sus acciones han abierto una herida que, a pesar de los años, aún sangra, duele y no le ha permitido avanzar como quisiera, pero mi fortaleza, perseverancia y determinación son cualidades que me permiten seguir en pie.

Es de seres humanos caerse, pero también es nuestro deber levantarnos de donde estamos, aún con más fuerza. Si bien es cierto lo difícil que puede llegar a ser, pero no es imposible, aunque lo parezca.

"Aquí nadie se rinde ante las dificultades"

Lo importante de cada situación es que una como mujer, debe de ponerse de pie sin importar cuan grande sea su dolor y, esto que me ha ocurrido solo será una camino para entender mejor el mundo en el cual vivimos y así poder tener la oportunidad de tomar las decisiones adecuadas que no afecten tanto mi vida.

Al menos eso pensaba antes de que consciente o inconscientemente, dejar pasar a ese hombre en mi vida, encontrarme con él, un hombre que podrían ser la perdición de cualquier mujer. Esa  profundidad de su mirada es algo que me hace sucumbir, ver sus ojos es como tener mi propio cielo personalizado.

Todo él, irradia seguridad, inteligencia, poder y, su gesto petreo, su mirada inexpresiva que se gasta el muy desgraciado que lo tiene todo, absolutamente todo, muy agraciado, podría ser Mi Perdición.

Es un hombre con objetivos claros, las relaciones sentimentales pasan a segundo plano, es decir, no es su prioridad. Mantiene todo  bajo control o al menos, eso pensaba el muy tarado y estúpido del Señor Sandoval, puesto que, las cosas no siempre siguen el camino indicado.

— Ya tuve suficiente de ti en una noche. – suelta y juraría que quiere reír — no me imagino un día completo contigo.

Grandísimo hijo de perra.

— De usted tampoco se puede fiar mucho. — suelto con altanería.

Frunce el ceño y sonrío en mis adentros por lo que voy a soltar.

— ¿A qué te refieres, niñita? Soy un hombre honesto. — habla confiado y sonrío perversa.

— No puedo fiarme de eso, ya que se dejó seducir y follar por mi en el primer encuentro, obviamente no se respeta a sí mismo.

¿Qué pasará cuando las cosas empiecen a cambiar para él?

¿Qué pasará cuando cruce su vida con una chica irrespetuosa que se atreve a seducirlo?

Soy Keily Andersson y, ese bendito hombre, tarúpido de mierda, ¿Será Mi Perdición?  ¿Yo seré la suya?

Vamos a descubrirlo en el transcurso de esta historia.



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♡♡🌟 NOTA DE LA AUTORA 🌟♡♡

Mis guerreras valientes, las amo.❤💋

❤💋

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Mi PERDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora