Maratón 2/3
Keily
Estoy frente a mi jefa inmediata que me mira sin ningún tipo de expresión mientras que trago grueso por estar a la expectativa de lo que sucederá, me senté en una de las sillas de los visitantes que hay en frente de su escritorio y ella al fin decide hablar.
— Señorita Andersson, usted tiene más de un año y medio trabajando para nosotros en esta empresa y nunca ha cometido errores siendo usted muy eficiente en su trabajo — asiento y ella continua — sin embargo, últimamente han llevado unas quejas sobre usted a recursos humanos por parte de algunas de sus compañeras — frunzo mi ceño y ella continua — aunque usted sea una de mis asistentes y la más eficiente de todas, tengo para decirle que si es verdad que está usted adoptando la conducta que se presume tendremos que sancionarla — trago saliva — y no queremos eso ¿tiene usted algo que decir, señorita Andersson de todo esto?
No sé qué objetar a la señora Margot Santana puesto que no sé de qué me está hablando.
— Señora Santana, agradezco infinitamente la oportunidad que True Style me ha dado y por agradecimiento a esto he adoptado un comportamiento intachable y me he dedicado únicamente a mi trabajo y para ser sincera no tengo ni idea de cuales motivos tendrían algunas de mis compañeras para llevar quejas a Recursos Humanos, pero le aseguro que no he faltado a las normas de esta institución.
— Bien, señorita Andersson, confío en su palabra, pero a partir de hoy está bajo vigilancia y si por alguna razón usted comete un error se va de la empresa ¿entendido? — asiento mientras se me hace un nudo en la garganta — puede retirarse.
Agradezco mientras me pongo de pie salgo de la oficina y me dirijo a mi escritorio, me siento en este y escondo mi rostro entre mis manos, no puedo creer que me esté pasando esto, no puedo perder mi trabajo y mucho menos por intrigas de los demás.
Me levanto de mi lugar y voy hacia el baño no puedo evitar que mis ojos se cristalicen, pero no dejo salir ni una lágrima, lavo mi cara y miro mi reflejo cuando decido irme mi celular suena y sonrío al ver quien es, descuelgo rápidamente.
— Hola mami — digo emocionada y sonriente mientras sorbo mi nariz – por fin termino ese retiro de casi dos meses.
— Hola, mi pequeña — dice dulcemente — ¿Cómo estas, mi niña?
— Bien, Mami, extrañándote mucho, no te permito irte de nuevo por tanto tiempo — escucho su risa del otro lado — pero cuéntame cómo te fue.
— Me fue muy bien, pequeña, sabes que me cae bien estar donde hay aire fresco y las montañas del Monte de Oración de Republica Dominicana son excelentes para eso — sonrío y camino fuera del baño — tengo deseos de verte, mi niña, ¿Cuándo podrás venir a visitarme?
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Mi PERDICIÓN
RomanceKeily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...