¡Hola, mis pequeñas niñitas endemoniadas y valientes!
En esta ocasión, el capítulo será dedicado a Andreapaola2312 quien me ha hecho saber lo mucho que ama la historia, en especial a Marcelo, Cristian y Keily. Muchas gracias por todo tu apoyo, preciosa mía. 💖
♡
Keily
Han transcurrido varios días desde que Lisbeth y yo nos quedamos en True Style para la revisión de los bocetos, aunque esa no sea su área, sabe muchísimo, además, de que cualquier duda que se le presentará yo le auxiliaba, fue un gran trabajo en equipo. En estos momentos solo me he limitado a trabajar en True Style saliendo tarde, aunque tengo dos días saliendo en horario normal.
Cuando suelo llegar a casa estoy muy agotada e incluso siento que he perdido un poco de peso, no mucho, pero si he perdido. El trabajo se ha vuelto muy agotador, es como si en ocasiones, me costara, no quiero ir, luego recuerdo que es mi sustento y se me pasa.
Ahora me encuentro fuera de la empresa, estoy en horario laboral, sin embargo, no pude evitar sentirme fastidiada y salir a comer algo fuera. Aprovecho el espacio para ir a ver a Elena a su departamento puesto que no se ha sentido muy bien en los últimos días, al parecer algo le cayó mal en su estómago y ahí las consecuencias.
— Ya me siento mejor, Kei — habla Elena — solo me queda la molestia y la sensación de que algo no anduvo bien en estos dos días.
— Es que solo a ti se te ocurre ponerte a competir con Raúl para ver quien se comía tres raciones de pasta, Elena, — hablo con desaprobación hacia mi amiga, estamos sentadas en su cama — no dejarás de ser una niña nunca.
Ella sonríe al tiempo que se pone de pie para buscar algo que ponerse en su guardarropa, todo bajo mi atenta mirada.
— Y tu nunca dejarás de ser como una mamá regañona, Keily Elizabeth — sonrio por que es lo que siempre me dice. — y aunque me duela hasta el culo, tengo la satisfacción de que le gané al saco de músculos ese.
Sonrío.
— Le hiciste trampa eligiendo la comida, Elena, a Raúl no le gusta mucho la pasta y lo sabes.
— Bueno, ¿para qué puso Dios tanta inteligencia en mi? — habla ella sonriendo y hago lo mismo, es una tramposa. — Para eso Kei, para que la usara, además, lo convencí diciéndole que le presentaría a un chico.
— Eres una manipuladora de mierda.
Sonríe.
— Para que te digo que no si, si.
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Mi PERDICIÓN
RomanceKeily Andersson, una joven responsable que está a punto de culminar sus estudios en el área de Diseños de Interiores en una Universidad de Mérida, en la cual obtuvo una beca por su buen desempeño. Es una chica de buenos sentimientos y entusiasta que...