≪•◦ ❈◇Capítulo 69◇❈ ◦•≫

81 12 259
                                    

Hoy es un día en donde tengo muchas energías para realizar todos los pendientes, me muevo de aquí para allá finiquitando los detalles para la entrega del proyecto Perla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hoy es un día en donde tengo muchas energías para realizar todos los pendientes, me muevo de aquí para allá finiquitando los detalles para la entrega del proyecto Perla. Ya todo lo que se iba a hacer, pues se hizo, solo quedan algunos detalles de la última casa y Steve, se estaba encargando de ello. Estoy muy emocionada porque todo, hasta el momento, ha salido bien.

Sonreí al pensar en él.

Solté un suspiro enamorado pensando en todo lo que ha pasado.
Esta noche Marcelo y yo, iremos a cenar, me hizo saber que en este espacio hablariamos de nosotros y de nuestra relación. Por fin, hablaremos de nuestros sentimientos de esos que hemos "ocultado", sin éxito. Me muero por decirle que lo amo, pero es más grande mi anhelo el escucharlo de sus labios.

Volví a respirar profundo.

Elena, frunció el ceño con media sonrisa. Miré a mis otros compañeros, me miraban extraños, pero no me importa, estoy más que feliz.

En este momento, estoy en mi oficina con algunos de mis compañeros de proyecto.

— Entonces, ¿Qué es lo que propones que hagamos? —habló, María en mi dirección.

Salí de mi transe enamorado para concentrarme en el trabajo.

— Dedemos buscar las pruebas que digan que Natalia ha cometido esos atropellos con nosotros — dije.

Hablábamos de lo sucedido con Natalia el día de la junta, les prometí a mis compañeros que algo haríamos con todo lo que estaba pasando.

— No puedo creer todo lo que me contaron — manifestó, Elena, molesta —. Si yo hubiese estado ese día ya estaría desenmascarada.

Solté un suspiro lento.

— Hay que hablar con Alice y ponerla al tanto — propuse.

—Hay que esperar que regrese, esta resolviendo un asunto personal, dijo que vendría la próxima semana — informó, Paola.

—Si estas de acuerdo, te acompaño — dijo, Moisés —. Sabes que tengo mucha información que proporcionarle.

Doy un asentimiento.

—Nos avisan si necesitan de nosotros.

Después de unas palabras más, decidimos volver a trabajar y realizar nuestras actividades.

—Kei — llamó, Elena, mi atención —. Necesito que me acompañes un momento.

Frunci el ceño, confundida.

—¿A Dónde?

— A mi coche, no me siento muy bien y...

—Te ves un poco pálida.

—Me hizo daño algo que comí en la mañana — dijo, en verdad no se veía bien —, pero vamos, por favor.

— Esta bien.

Mi PERDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora