Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫

열둘:12

Que no eres bueno para mí.

JungKook siguió pensando en esa frase durante el resto de la tarde, pero seguía sin entender exactamente a qué se refería. No sabía si ofenderse o sorprenderse.

Ofenderse porque SeokJin no lo consideraba como una persona prometedora o que valiera la pena. Y sorprenderse porque, ¿entonces SeokJin sí podría gustar de él?  Aunque por cómo lo había descrito, una cosa venía ligada a la otra, y por eso mismo no sabía cómo tomárselo.

Estaban sentados, uno al lado del otro, frente al escritorio en el estudio del castaño. Sus ojos estaban puestos en SeokJin, quien le explicaba algo con la ayuda de su cuaderno. Sin embargo, no escuchaba nada de lo que decía porque seguía dándole vueltas al asunto anterior. Y aunque tenía la opción de no tomarle importancia y simplemente dejarlo pasar, no lo hizo.

—¿Por qué no soy bueno para ti? —soltó sin más.

SeokJin dejó de hablar, enfocándose ahora en el pelinegro.

—¿Qué? —preguntó confundido. Estaba tan concentrado en el tema de la clase, que se sintió algo desorientado con las palabras de JungKook.

—Dijiste que no soy bueno para ti, ¿por qué?

—Oh —dijo al caer en cuenta de qué hablaba—. Oye, sobre eso que dije, fue más que todo la razón por la que Nam no me quiere cerca de ti, pero no significa que vaya a pasar en realidad.

—Pero lo dijiste muy convencido. No me conoces, no puedes estar seguro de que no soy un buen chico.

—No dudo que seas un buen chico, solo digo que...

—¿Por qué?

SeokJin relamió sus labios y tras un suspiro, dejó el lápiz que estaba utilizando sobre su propio cuaderno.

—¿No es obvio?

—Preferiría que te explayaras.

SeokJin se enderezó, pensando en todas las razones por las que consideraba a JungKook alguien malo para él. No entendía por qué le importaba tanto saberlo, pero tampoco tenía problema en decírselo.

—Principalmente porque eres hetero y tienes novia—sonrió levemente. JungKook, por otro lado, solo desvió la mirada—. Y aunque te gustaran los hombres, parece que te preocupa más lo que piensen los demás que lo que piensas tú, eso desde un inicio no resultaría nada agradable. Con lo poco que te conozco puedo estar casi seguro que, las probabilidades de que admitas abiertamente que estás en una relación gay, son muy bajas. Y...creo que es evidente pero por si no lo has notado, no estoy dentro del closet, JungKook. A pesar de mi edad, he pasado por muchas cosas que ya no tendría sentido regresar atrás solo para ser el secreto de alguien en una relación donde el chico promete amarme pero en realidad solo le doy vergüenza.

—No me das vergüenza.

—¿Entonces por qué soy tu secreto ahora?

—Yo... —guardó silencio, no sabía cómo expresar bien lo que quería.

—No hace falta que digas algo, solo quería probar mi punto —volvió a tomar su lápiz y se enfocó en su cuaderno—. Olvídalo, es una tontería. Es estúpido preocuparte por cosas que jamás pasarán. Mejor prosigamos en lo que sí importa —señaló el tema escrito—. Estructura de Lewis.

JungKook siguió en silencio un par de segundos más. Aparte de su propia hermana, SeokJin era la primera persona que le decía en la cara cuán complaciente era respecto a los demás. Y eso de alguna forma le hizo sentir mal consigo mismo.

—Tienes razón —murmuró.

—Bien, porque...

—No, no hablo de la estructura de Lewis —puso su mano sobre la muñeca del castaño para evitar que continuara escribiendo. Lo dudó un momento, pero aun así decidió proseguir. Quería desahogarse. SeokJin no esperaba nada de él, así que no tenía que fingir—. Siempre pienso en satisfacer a los demás antes que a mí mismo. Siempre... procuro darles lo que esperan de mí, incluso si eso se aleja a lo que realmente quiero—subió la mirada hacia él—. Yo no quería robarme tu ropa ni hacer que te pusieran una falta, solo hice lo que Jackson quería que hiciera. Y en verdad lo siento, sé que no estuvo bien —suspiró—. Me gustaría confesarte algo —aguardó unos segundos, esperando a que el contrario estuviera de acuerdo con ello. Cuando SeokJin asintió con la cabeza, muy atento a él, siguió hablando—. A mí nunca me ha gustado decepcionar a las personas, en especial a mi familia y la gente que me importa, pero siento que de igual manera lo terminaré haciendo y eso me causa temor. Vivo para cumplir expectativas y eso hace que ni siquiera me reconozca a mí mismo. Por eso, aunque jamás me acerqué a ti, siempre te he admirado —notó la expresión de sorpresa del contrario, mas no se detuvo—. Nunca has demostrado que te importan los comentarios de los demás, las personas no te han detenido a ser quien eres. Me gusta cuando hablas porque, aunque no siempre tus comentarios son muy amigables —sonrió—. Sé que te expresas con honestidad, y das tu opinión sin esperar a que los demás estén de acuerdo o no. Cuando ves tus calificaciones, sonríes con satisfacción propia, porque es evidente que te gusta hacer las cosas bien por ti, no por nadie más. Y tienes amigos que seguramente te conocen de verdad, te apoyan y están a tu lado sin importar qué. Y... no lo sé —se alzó de hombros—. Una parte de mí te envidia por eso.