마흔아홉:49

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SeokJin agradeció en voz baja cuando SeungWoo llegó donde él, ofreciéndole una taza de té. Tras dejarla sobre la superficie de la mesa, el mayor se sentó al frente suyo y le sonrió con amabilidad.

Para fortuna del castaño, había dejado de llorar hacía unos quince minutos, pero no dudaba en que debía lucir como un terrible desastre, cosa que lo avergonzaba.

—¿Cómo te sientes?

—Creo que mejor —respondió en voz baja. Rodeó la taza con ambas manos para intentar sentir el calor del té a través de la porcelana—. Perdón por haber venido así.

—Oh, no te disculpes —quiso restarle importancia—. Estoy seguro de que no era a mí a quien deseabas ver —el silencio de SeokJin le dio la razón—. JungKook y JiWoo acompañaron a su mamá al supermercado, no tardarán en llegar —SeokJin no respondió—. Mientras tanto... podrías contarme qué te sucedió.

—Mi, ahm... m-mi padre me golpeó —suspiró—. Nunca lo había hecho. No esperaba que la primera vez fuera a puño cerrado. Un poco más al centro y pudo romperme la nariz —sonrió con amargura mientras veía el líquido humeante en la taza—. Dijo cosas y... bueno, todo se sintió horrible. Solo quise salir de ahí y por eso vine.

—¿Por qué hizo eso?

—Por decir lo que sentía, por avergonzarlo o por haber nacido. Ya no lo sé. Solo estoy seguro de que me odia.

—No puede odiarte, es tu padre.

—Solo es un extraño para mí.

SeungWoo se quedó en silencio un momento. ¿Así era como sus hijos lo veían a él? Según lo dicho por JiWoo, parecía que sí.

Sabía que era su culpa, por lo que tampoco le apeteció compadecerse de sí mismo. No era tan diferente al padre de SeokJin, él le había levantado la mano a sus hijos más de una vez, aunque jamás lo hizo con puños ni tan fuerte como para pretender romperles la nariz. Nunca pudo establecer un fuerte lazo con ellos, no compartían nada de su vida con él. Él les daba todo lo que necesitaban, se aseguraba de darles un buen futuro, pero el amor paternal estaba muy ausente. Era un mal padre y lo sabía, pero últimamente estaba tratando de ser mejor que eso, aunque le estaba costando trabajo.

—Puedes quedarte a dormir si quieres. De hecho, puedes quedarte los días que quieras, hasta sentirte listo para volver a casa.

—¿En serio? —dijo, sorprendido.

—Sí, claro —se alzó de hombros.

—Y-yo no quiero causar molestias.

—No lo haces, eres el amigo de mi hijo, así que... está bien.

—Esto es raro —sonrió a duras penas—. Es la primera vez que hablamos en meses y lo primero que hago es secar mis mocos en tu camisa y tú me ofreces a quedarme en tu casa —escuchó al mayor reír y eso de alguna manera lo tranquilizó—. ¿No será extraño? Por tu esposa.

—No te preocupes por ella, seguro entenderá tu situación.

—Sabes que no me refería a eso. Hablo por lo que tú y yo tuvimos.

—SeokJin, está bien. Algunas cosas han cambiado desde la última vez que nos vimos. Ahora tengo un matrimonio abierto, ella sale con los hombres que quiera y yo también, así que ya no hay infidelidad ni engaños o cosas parecidas.

—Pero no sabe que te acostaste conmigo, ¿o sí?

—Acordamos en no hablar sobre mis anteriores parejas, así que digamos que no. Pero de igual manera no importa, no estás aquí por mí y no tengo segundas intenciones, solo quise ayudar y ofrecerte una opción. Si no te sientes cómodo no tienes porqué quedarte.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora