❝Jeon JungKook, un chico de 17 años. Popular en el instituto, se consideraba el orgullo de sus padres y un buen ejemplo a seguir para su hermana menor.
Un buen amigo, buen estudiante, un joven con muchas aspiraciones.
No se metía en problemas, no d...
HyeKyo estaba colocándose una crema corporal mientras SeungWoo tenía la espalda apoyada en la cabecera de la cama, ya estaba listo para dormir pero primero decidió revisar un par de cosas en el celular.
Al finalizar con ello, dejó el móvil sobre la mesita de noche y volteó a ver a su esposa. HyeKyo tenía un albornoz de seda puesto y su pie derecho estaba apoyado en la orilla de la cama para poder esparcir la crema por toda su pierna.
SeungWoo dudó unos segundos, pero decidió hablar.
—Me gustaría charlar sobre algo contigo.
—Te escucho —dijo tranquilamente, sin detener lo que hacía.
—Nuestro matrimonio no va por un buen rumbo, lo sabes tanto como yo. Y...
—¿Me vas a pedir el divorcio? —subió la mirada hacia él.
—No —negó con la cabeza—. Pero me gustaría poder hacer algo para mejorar nuestra relación. Sabes que todo se está volviendo muy tedioso y al menos podríamos liberar algo de nuestra frustración...
—¿Teniendo sexo? —quiso completar la oración.
—Sí y no —carraspeó—. Lo que trato de decir es que... yo no estoy muy cómodo cuando tenemos intimidad y es evidente que tú tampoco te llegas a sentir del todo bien. Así que pensaba... tener un matrimonio abierto.
Su esposa le miró, boquiabierta. Se sentó en la orilla de la cama, sin apartar la mirada de él en ningún momento.
—Debes estar bromeando —espetó—. Es un rotundo no.
—No lo decidas ahora. Piénsalo, tal vez sea lo mejor.
—¡No! Nuestros hijos...
—Nuestros hijos no tienen por qué enterarse de todo lo que pasa entre nosotros como pareja, HyeKyo.
La mujer guardó silencio unos segundos, pensando en cómo resultarían las cosas si ella accediera. Era consciente de que la intimidad con su esposo no era la mejor, pues estaban en diferente sintonía. Siempre la estuvieron aunque no quería aceptarlo.
Amaba a SeungWoo, eso no cambiaría para ella, pero su relación era algo complicada y ahora que empezaba a sentirse algo sola, mientras más lo pensaba, tal vez no venía mal la idea de sentirse un poco... deseada. Algo que jamás iba a pasar por parte de su esposo.
—¿Cómo sería? —preguntó con algo de timidez.
—Bueno... no los traeríamos a casa, eso es seguro.
—¿Habría una relación sentimental?
—No, solo sería sexo.
—¿Nos avisaríamos cada vez que saliéramos con alguien?
—Por supuesto —asintió—. No nos ocultaremos nada.
HyeKyo bajó la mirada hacia su anillo de boda, iniciando a considerar seriamente la propuesta de su esposo.
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