Desde los últimos dieciséis días todo estaba yendo de maravilla. Las cosas parecían ser demasiado buenas como para ser verdad, según JungKook.Y es que literalmente esos estaban siendo los mejores días de su vida, ¿qué más podía desear si se la pasaba encerrado en su apartamento con Kim SeokJin? Su única rutina había sido dormir, follar, tomar un baño, comer, follar, o regresar de su trabajo, ser recibido con una deliciosa cena hecha por SeokJin, y luego volver a follar. JungKook sentía que no le podía pedir más a la vida, aparte de desear que esos gloriosos días fueran eternos y que su cuerpo pudiera resistir tener sexo más de tres veces en un día.
Ahora estaban desnudos, pero medianamente cubiertos con una frazada en el sofá. JungKook estaba sentado en medio de las piernas de SeokJin, apoyando su espalda en el pecho del castaño que también estaba sentado detrás de él. Ambos estaban concentrados en los controles y el videojuego que se mostraba en la pantalla del televisor.
—¡Sí! —gritó el pelinegro cuando le ganó al contrario—. ¿Ves, Jin? Incluso ahora sigues siendo un perdedor —bromeó. Frunció el ceño y soltó un quejido cuando el castaño le pellizcó un pezón—. ¡Oye!
SeokJin soltó una baja risita. Acarició el pectoral del contrario antes de plantar un pequeño beso sobre su mejilla.
—Juguemos una vez más, quiero la revancha.
—Yo sé cómo puedes obtenerla —ladeó la cabeza para poder verlo, con una sonrisa sugerente.
SeokJin también sonrió, y no tardó mucho tiempo cuando sus labios se unieron por enésima vez en el día. La posición cambió, los controles desaparecieron, y SeokJin volvió a estar sobre el cuerpo del pelinegro, justo como a este último le gustaba. En realidad, en la mente de JungKook la revancha era hacerle una felación, pero no se quejaba por recibir él la atención del castaño.
—Mierda, jamás había tenido tantas erecciones en menos de 24 horas —comentó el castaño, mientras dejaba besos en el cuello del contrario—. Siento que podría hacértelo diez veces más si me lo pides.
—Sí, bueno, relájate un poco. No puedo permitir que me destroces el culo trece veces en un día.
SeokJin soltó una pequeña carcajada antes de alzarse un poco para poder verlo a los ojos.
—Sabes de sobra que hay más maneras de acabar —retiró los mechones de cabello que cubrían la frente de JungKook—. Aunque también estaba pensando... en que tú me lo hicieras a mí.
—¿Lo dices en serio? —abrió más los ojos, sorprendido—. Nunca me dejaste hacerlo antes.
—Te dije que fue porque eras cómplice de Jackson en ese entonces. Según mi yo de 17 años, ese era un buen castigo para ti —suspiró—. Pero ya no importa, somos adultos, y espero que nuestra relación ahora sea más madura que eso.
—¿Nuestra relación? —murmuró tan bajo que SeokJin no le pudo escuchar. Sin embargo, luego de un par de segundos pudo entender que ni siquiera el castaño se había dado cuenta de lo que dijo, por lo que prefirió fingir demencia—. Entonces... —carraspeó—. ¿Quieres que yo te lo haga a ti?
—Claro —asintió—. Solo si es algo que tú quieres también.
—¿Que si quiero? —soltó incrédulo. ¿Por qué SeokJin lo cuestionaba? Por supuesto que quería, fue una de sus más grandes fantasías cuando eran novios, ni siquiera tenía que preguntarlo ahora—. Iré por el lubricante.
SeokJin rio antes de asentir. Se quitó de encima para que JungKook pudiera ponerse de pie. Mientras el pelinegro se dirigía hacia la habitación, el castaño se dedicó a esperarlo sobre el sofá. Apagó la consola y el televisor. Cuando dejó el mando sobre la mesa de centro, al lado de los controles de la consola, no pudo evitar fijarse en el anillo que seguía adornando su dedo anular.
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Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫
Fanfiction❝Jeon JungKook, un chico de 17 años. Popular en el instituto, se consideraba el orgullo de sus padres y un buen ejemplo a seguir para su hermana menor. Un buen amigo, buen estudiante, un joven con muchas aspiraciones. No se metía en problemas, no d...