❝Jeon JungKook, un chico de 17 años. Popular en el instituto, se consideraba el orgullo de sus padres y un buen ejemplo a seguir para su hermana menor.
Un buen amigo, buen estudiante, un joven con muchas aspiraciones.
No se metía en problemas, no d...
SeokJin quedó tan estupefacto que le costó más de un minuto poder reaccionar, y cuando lo hizo, lo único que sintió capaz de hacer fue reírse.
Eso debía ser una broma, ¿cierto?
Pero su sonrisa se desvaneció cuando notó la seriedad en el rostro ajeno.
—Oh, lo... ¿lo dices en serio?
Y después de ver al pelinegro asentir, SeokJin comenzó a sentirse extremadamente incómodo. Es decir, claro que JungKook le gustaba demasiado, pero no estaba listo para iniciar otro compromiso cuando recién acababa de terminar uno. Comenzar una relación nueva tan pronto ya estaba siendo demasiado para él. JungKook no podía pedirle casarse, ¡y mucho menos si solo tenían dos días de estar juntos oficialmente!
—Ahm, yo... bueno... —relamió sus labios y sonrió, esta vez a causa de los nervios—. Verás... —de repente se sintió salvado cuando su celular comenzó a vibrar por una llamada entrante—. ¡Vaya, alguien está llamando! —el castaño no dudó un solo segundo en tomar el aparato de la mesita de noche y ver de quién se trataba—. Es SuJi, me pregunto qué querrá.
Luego de decir eso último, no perdió tiempo para salir debajo del cuerpo de JungKook y caminar rápidamente hacia el baño con su celular en la mano.
Hasta que JungKook escuchó el sonido del portazo y procesó la forma en la que había huido su novio, cayó en cuenta de lo que había dicho.
Se acostó en la cama, soltando un sonoro suspiro de frustración.
—¿Por qué siempre tienes que arruinarlo con él? —se reprendió a sí mismo, cubriendo sus ojos con su antebrazo.
SeokJin, por su parte, se quedó conversando con su hermana un largo rato. Aunque la chica lo había llamado por una cosa en específico, SeokJin continuó haciéndole plática hasta que pasó al menos más de una hora. Tenía más de una hora encerrado en el baño, desnudo y con los nervios aún a flote. Se estaba escondiendo de JungKook como si se tratara de un desquiciado.
Y hasta que creyó que el pelinegro pudo haberse quedado dormido, fue que decidió dejar en paz a su hermana. Después de cortar la llamada tomó una ducha, y al salir del baño, abrió la puerta con mucho cuidado, evitando hacer cualquier ruido que pudiera llamar la atención.
Era consciente que lo más fácil era hablar, ¿pero cómo decirle que no a tu novio cuando te lo propone, sin que éste por supuesto se sienta mal? No sabía manejarlo, no tenía idea de cómo tener esa conversación. No quería que JungKook se molestara, que creyera que no lo quería lo suficiente o que se lo tomara a mal de cualquier manera. Y como no sabía cómo afrontarlo, por eso su instinto fue huir de la situación.
Por fortuna suya, JungKook se había dormido, lo que significaba que se había salvado de esa conversación, al menos por ahora.
De lo que no se dio cuenta fue que, en realidad JungKook sí estaba despierto. Había fingido dormirse simplemente para no hacer las cosas más incómodas para el castaño.
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