열여섯:16

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La respiración de JungKook estaba algo agitada, la temperatura de su cuerpo era un poco mayor a la normal, sus ojos se encontraban entrecerrados, su mirada enfocada en la pantalla de su celular, cuyo sonido se reproducía en los auriculares que el pelinegro tenía puestos. Y su mano derecha subía y bajaba de manera frenética por toda la extensión de su miembro.

Era sábado en la mañana. Sabía que tenía que alistarse para ir al instituto, pero inesperadamente había despertado con una erección y claro que tenía que atenderla antes de hacer cualquier otra cosa.

Aprovechando la oportunidad y ya que se sentía solo un poquito más libre después de haberle confesado por lo menos a una persona que los hombres le atraían, se decidió por tomar su celular y buscar pornografía gay para poder tocarse.

Nunca lo había hecho antes porque, aunque nadie lo veía, seguía sintiéndose juzgado, se avergonzaba de sí mismo. Sin embargo, ahora... podía estar seguro de que había hecho la mejor decisión. Ver un hombre estando con otro hombre le había calentado en sobremanera. Como nunca lo había hecho el contenido heterosexual o lésbico.

Todavía no estaba seguro si le habían gustado más las acciones del activo o del pasivo, pero de lo que sí estaba seguro fue que esta vez disfrutó de haberse tocado y vaya que fue el mejor orgasmo que tuvo hasta ahora.

—Mierda —susurró casi sin aliento, su otra mano había rodeado la cabeza de su miembro con un trozo de papel higiénico para que su semen se quedara ahí y no salpicara ningún otro lugar.

Y sí, haber admitido que fue su mejor orgasmo solo reafirmaba que, efectivamente, le gustaban los hombres.

No se preocupó por ello en ese momento porque la sensación después de una buena eyaculación era increíble.

No solo eso, ese día había despertado muy emocionado por la salida que tendría con SeokJin y sus amigos en la noche. Ahora lo que faltaba era cranear cómo salir de casa sin que sus padres se dieran cuenta.

—¿JungKook? —tocaron dos veces la puerta.

—S-sí, mamá. Ya voy —se apresuró en esconder el papel usado debajo de la cama, limpió sus manos con otro trozo de papel que también escondió y luego de acomodarse bien el pantalón de dormir, se levantó y fue directo a la puerta de la habitación. Le echó un último vistazo al lugar, asegurándose de que no hubiera nada que lo delatara y cuando así fue, abrió la puerta.

—Buen día.

—¿Por qué sigues en pijama? —preguntó, viéndolo de pies a cabeza—. Deberías estar bañado y cambiado con el uniforme.

—Mi alarma no sonó, pero me alistaré rápido.

—Bien —entró a la habitación para dejar una base de maquillaje y una esponja sobre el escritorio—. Avísame cuando lo hagas, debemos tapar ese moretón.

JungKook asintió con la cabeza. HyeKyo lo observó unos segundos fijamente, el menor se sintió levemente incómodo por ello, hasta que vio a su madre sonreír para luego caminar hacia él y colocar una mano sobre su mejilla, acariciándolo con su pulgar.

—Mi niño lindo —dijo con esa voz maternal que a cualquiera le provocaría ganas de fundirse en sus brazos o posar la cabeza sobre su regazo para que le acariciara el cabello y no moverse de ahí jamás.

A JungKook le gustaba mucho cuando su madre se refería así hacia él, cuando lo veía con esos ojos de amor incondicional. No lo hacía tan seguido y menos frente a SeungWoo porque él decía que ese tipo de gestos lo volverían blando, y eso no convenía dentro de la jungla que era el mundo exterior y la vida laboral y empresarial. SeungWoo quería de él alguien calculador, que se guiara más por la razón que por el corazón. Y aunque JungKook quería darle eso, debía admitir que nunca venía mal sentirse un poco consentido de vez en cuando.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora