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8 años después

YoonGi frunció el ceño, rehusándose a despertar esa mañana. Tomó la almohada bajo su cabeza y se cubrió las orejas con ella, intentando así disminuir el sonido de los gemidos de la otra habitación, mas era imposible.

—Mierda —gruñó—. Tae —le dio un leve empujón para despertarlo—. TaeHyung, despierta —sin embargo, su novio se encontraba profundamente dormido.

Tras soltar un suspiro lleno de fastidio, YoonGi se levantó de la cama, salió de su habitación y se dirigió hacia la segunda habitación del apartamento. Tocó la puerta con fuerza, pero los gemidos no se detuvieron. Esperó un par de segundos y luego volvió a tocar con la palma de su mano.

Esta vez, el ruido se detuvo. No pasó ni un minuto cuando la puerta se abrió, dejando ver a un pelinegro desnudo, sudado y jadeante, mostrando una sonrisa descarada.

—Buen día, YoonGi —se apoyó en el marco de la puerta—. ¿Se te ofrece algo?

—Dios —murmuró, desviando la mirada.

—Cualquier cosa, espero que sea rápido. Me estoy follando a un hermoso... —frunció el ceño mientras trataba de recordarlo—. ¿Me dijiste que eras sueco? —se giró hacia el interior de la habitación para ver al chico que se encontraba en la cama y esperaba por él.

—Alemán.

—Alemán —repitió JungKook, volteando a ver a YoonGi nuevamente—. Un hermoso hombre alemán.

—¿Podrías decirle que sea menos ruidoso? —se quejó.

—No hablo alemán —recalcó.

—Pues díselo en coreano.

—Él no habla coreano. Ni siquiera sé cómo me entendió hace un minuto —se carcajeó.

—¿Y cómo demonios te comunicas con él?

—No necesitas mantener una conversación muy fluida durante el sexo, Yoonie.

—Como sea —negó—. No me importa si se lo dices con dibujos, con señas o con el traductor de tu celular, pero haz que se calle. No me deja dormir.

Después de eso volvió a caminar hacia su recámara.

—Oye, que conste que yo no digo nada cuando te escucho follar con TaeHyung.

Cerró la puerta para regresar con el chico extranjero, que seguía en cuatro sobre el colchón. JungKook le sonrió de manera juguetona. Se colocó detrás de él y se inclinó sobre su cuerpo para pasar su lengua por la espalda del contrario. Le dio una nalgada que sobresaltó y le sacó un pequeño gemido al chico que la recibió.

Se masajeó un poco el miembro y luego volvió a entrar en él de una sola estocada. Las embestidas rudas continuaron y el sonido de sus pieles chocando, junto con sus jadeos y gemidos volvió a escucharse en la habitación.

Con intenciones de complacer a YoonGi y evitar problemas entre ambos, JungKook cubrió la boca del tipo con una de sus manos, amortiguando así el sonido de sus gemidos. No se equivocó cuando pensó que eso solo excitaría más al contrario. Lo había conocido esa madrugada en una discoteca gay, era la segunda vez consecutiva que lo hacían y desde la primera supo que le gustaba el sexo duro.

Cuando todo acabó y el chico extranjero se marchó, JungKook salió de la habitación, bañado y completamente vestido. Cargaba un bolso de gimnasio en el hombro derecho, el cual dejó en uno de los sofás para luego dirigirse hacia el desayunador.

—¿Me pasas una manzana, por favor? —preguntó mientras tomaba asiento y revisaba su celular.

TaeHyung dejó sobre la encimera la taza que tenía en manos, y se acercó al pequeño canasto donde guardaban las frutas.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora