마흔여섯:46

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JungKook cerró la puerta de su casa al entrar. Se quedó viendo la madera mientras su mente divagaba. Y de pronto la imagen de SeokJin y él haciéndolo en su habitación hacía tan solo un par de horas se apareció en su cabeza, ocasionando que una sonrisa se dibujara en su rostro y que él intentara cubrirla, mordiendo su labio inferior. Aquel era un hecho que aún no podía creer, pero le encantó que finalmente sucediera.

A pesar del cansancio, se sentía de tan buen humor que estaba seguro que podría mantener esa radiante sonrisa durante todo el día.

—¿Por qué llegas hasta esta hora? —le recriminó HyeKyo.

El pelinegro dio un pequeño brinco del susto y enseguida se volteó, encontrándose con toda su familia desayunando en el comedor, y todos tenían su mirada puesta en él.

—Y-yo... lo siento, salí a correr y perdí la noción del tiempo.

—Ve a alistarte —le ordenó su madre—. ¡Pero hazlo ya! Que se te hace tarde.

JungKook asintió y subió las gradas corriendo. HyeKyo negó ligeramente con la cabeza y continuó comiendo.

SeungWoo subió la mirada hacia su hija, encontrándola de nuevo con el celular en la mano. Sin más remedio y con el enojo que sentía, se levantó de la mesa y le arrebató el aparato para después aventarlo contra el suelo.

—¡Oye! —se quejó JiWoo, entre sorprendida y a la vez indignada.

—He intentado decírtelo por las buenas, pero después del numerito de anoche parece que prefieres que tome las mismas medidas de antes —apoyó las manos sobre el borde de la mesa.

JiWoo volteó a ver a su madre, pero a pesar de la discusión que se mostraba frente a ella, parecía que prefería fingir demencia y seguir con su desayuno, su mirada enfocada en su plato.

Entonces la menor volvió a ver a su papá y decidió no ceder.

—¿Cuál numerito? Solo estaba diciendo la verdad.

—Durante todo el camino en el auto les estuve diciendo que se comportaran, lo dije de manera general pero en realidad solo me refería a ti. Eres una malcriada y una imprudente. Sabes cómo es tu abuelo, y ni siquiera frente a él te esforzaste por dar una buena impresión, nos hiciste pasar vergüenza frente a él, frente a un colega de la firma y frente a la novia de tu hermano. Pudiste haber esperado a llegar a casa para hablar sobre lo que quisieras, pero no lo hiciste porque eres una niña egoísta e inmadura. Tal vez eso te haga pensar un poco en por qué JungKook es más querido que tú.

—¡SeungWoo! —esta vez HyeKyo sí se metió en la discusión. Al inicio quería mantenerse al margen porque no tenía intenciones de defender a nadie, pero escucharlo decir eso sí le hizo reaccionar al instante.

—Está bien, mamá —no apartó la mirada de su padre en ningún momento—. Es bueno saber que prefiere más al hijo que adoptó, que a su hija biológica.

El enojo de SeungWoo de pronto se disipó ante aquellas palabras.

—¿Y te digo algo más? JungKook y yo te soportamos porque eres nuestro padre, pero ninguno de los dos te amamos ni te queremos en nuestra vida.

En medio del silencio la chica se puso de pie y se dirigió hacia su habitación.

Una vez que se quedó solo con su esposa, el hombre tomó asiento lentamente, aún desconcertado. No fue por lo último que ella dijo, en realidad ya se hacía la idea de que sus hijos lo odiaban. Estaba desconcertado por el hecho de que supiera la verdad sobre JungKook.

—¿Ella lo sabe? —preguntó con la mirada perdida. Después de unos segundos volteó a ver a HyeKyo, esta vez mostrándose molesto—. ¿Cómo fue que lo supo?

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora