La luz de la mañana se filtraba por las ventanas de la habitación. El cielo estaba despejado, se escuchaba algún que otro cántico de las aves, y parecía que el resto del día sería hermoso.Sin embargo, la cama y las sábanas se sentían muy cómodas como para querer abandonarlas por perder el tiempo en algo más.
Podría acabarse el mundo ese mismo día, y ni siquiera eso haría que quisiera salir de ahí.
Bueno, eso era lo que JungKook pensaba porque cómo no hacerlo cuando Kim SeokJin estaba desnudo entre sus piernas, haciéndole el amor y adueñándose de sus labios.
—Jinnie —jadeó sobre sus labios.
SeokJin no sabía cuánto había extrañado esa dulce voz, hasta la noche anterior cuando la volvió a escuchar.
Sorprendente o no, anoche se dejaron llevar más de lo que alguno de los dos se hubiese imaginado. Tuvieron sexo sobre el sofá, lo cual resultó ser sensacional. Hubo tanta pasión que volvieron a repetirlo dos veces más antes de caer exhaustos. Era increíble la manera en la que ya conocían sus cuerpos, pero aún así, después de los años, parecía ser la primera vez que estaban juntos el uno con el otro.
Esa mañana despertaron con las mismas ganas y no dudaron en repetirlo una vez más. JungKook hubiese pensado que se trataba de un sueño si no fuera porque cada embestida del castaño se sentía deliciosamente real.
La experiencia y la seguridad con la que estaban dispuestos a explorar más del contrario eran notorias en ambos.
El cuerpo de JungKook era más grande que el de SeokJin, quien no contaba con demasiada masa muscular, pero igualmente mantenía un cuerpo tonificado y demasiado sensual a ojos del pelinegro, su piel era tan suave y pulcra que por un minuto sintió pena por las marcas que le dejó en la espalda y el cuello la noche anterior. Los gruesos muslos de JungKook se apretaban de vez en cuando a las caderas del castaño, una de sus manos se encargaba de desordenar el cabello del contrario mientras que la otra se aferraba a su espalda. SeokJin se apoyaba sobre el colchón con la ayuda de sus rodillas y una de sus manos, la otra la mantenía en la nuca del pelinegro. A ambos los cubría una fina capa de sudor, ambos se encontraban jadeantes y muy calientes. Sus labios ya se encontraban levemente hinchados y maltratados de tanto ser besados y mordidos por el otro, y a pesar de ello aún no se sentían saciados, necesitaban más.
Las caderas del castaño se movían con lentitud mientras se concentraban en sus bocas. SeokJin recordaba cuáles eran todas las zonas sensibles del pelinegro, y se sintió muy satisfecho cuando se dio cuenta que sus caricias seguían generando una reacción en él. Ver sus expresiones de placer, escuchar sus dulces gemidos, sentirlo estremecerse debajo suyo y la manera en que lo apretaba, todo eso era el cielo para SeokJin.
Casi esbozó una sonrisa al recordar cuando iban a hacerlo la noche anterior. Le había parecido demasiado tierno cuando JungKook de la nada se mostró nervioso, no por lo que iban a hacer, sino porque lo estaba haciendo con él. Aún seguía sin sentirse del todo real.
JungKook se separó de los labios de SeokJin para liberar sus jadeos cuando este aumentó un poco la velocidad de sus embestidas. El castaño separó y flexionó más las piernas del contrario para poder entrar más profundo.
Los gemidos del pelinegro se hicieron más audibles, sin poder evitar retenerlos cada vez que el castaño entraba en él. Ya no eran adolescentes, ahora eran adultos que no tenían la necesidad de esconderse y ser silenciosos para que sus padres o sus hermanas no los descubrieran, por lo que se permitió maldecir y ser todo lo ruidoso que quisiera.
No pasó mucho cuando decidieron cambiar de posición. JungKook se posicionó a horcajadas encima de SeokJin. Se besaron con desesperación durante un par de segundos. El castaño bajó al cuello del contrario, quien cerró lo ojos y ladeó la cabeza, volviendo a enterrar sus dedos en el cabello de este. SeokJin besó, lamió y succionó hasta llegar a su pecho. Hizo de las suyas un par de veces más antes de terminar deslizando su lengua por uno de los pezones del pelinegro, los cuales aún en la actualidad eran adornados por otro par de piercings.
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Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫
Hayran Kurgu❝Jeon JungKook, un chico de 17 años. Popular en el instituto, se consideraba el orgullo de sus padres y un buen ejemplo a seguir para su hermana menor. Un buen amigo, buen estudiante, un joven con muchas aspiraciones. No se metía en problemas, no d...