일곱:7

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JiWoo lo había llamado llorando, y solo eso bastó para que JungKook dejara cualquiera de sus problemas de lado y se enfocara nada más que en ir hacia donde estaba su hermana menor. No preguntó por qué estaba en el Bowling ni con quién cuando se suponía que debía estar en casa. La verdad no le importó y no lo haría hasta asegurarse de que JiWoo se encontrara bien.

Después de esa llamada, sintió como si todo el alcohol se hubiese evaporado de su sistema, sin embargo, SeokJin no lo creía así. Después de verlo tan alarmado, el castaño no permitió que se fuera solo y en estado de embriaguez. Había escuchado la conversación, se notaba que era algo serio y la verdad es que tampoco pudo evitar preocuparse un poco. Si él tuviera una hermana menor, seguramente reaccionaría de la misma manera si de la nada lo llamaba llorando y rogándole para que fuera por ella lo más rápido que pudiera.

Pidió un taxi y cuando este llegó, se subió junto a JungKook en la parte trasera.

—No tenías que venir, te dije que ya estoy mejor —dijo el pelinegro.

—A decir verdad, no lo parece tanto.

—¿Por qué haces esto? —preguntó con curiosidad. Después de un par de minutos se acostumbró a la compañía del castaño, por lo que ya no se sentía tan raro cerca de él—. Me ayudaste ahora en la fiesta, me acompañas a ir por mi hermana, y aceptas enseñarme química después de haberme dicho que no mediante insultos.

—¿Quieres que vuelva a cambiar de opinión? —alzó una ceja.

JungKook no respondió, desvió la mirada hacia la ventanilla al lado suyo. El resto del camino fue en completo silencio.

Cuando estuvieron a unas calles cerca del Bowling, el pelinegro estuvo presto a las personas que se encontraban caminando en la acera, hasta que un poco más adelante pudo divisar a su hermana.

—Es aquí —le informó al chofer—. Deténgase, por favor.

Tan pronto el auto se orilló, JungKook bajó a toda prisa y caminó hacia JiWoo. No pudo decir una sola palabra cuando ella se abrazó a él y, con el rostro escondido en su pecho, rompió en llanto.

—Tranquila —susurró. Se mostraba calmado para transmitirle lo mismo a su hermana, pero la realidad era que se encontraba muy preocupado.

SeokJin estaba afuera del taxi, de pie a un lado de la puerta, la cual aún se encontraba abierta. Veía la escena de JungKook consolando a su hermana menor mientras sobaba su espalda y acariciaba su cabello.

—¿Quieres ir a casa? —JungKook volvió a susurrarle a JiWoo. Ella asintió con la cabeza aún escondida en su pecho—. Bien, iremos a casa.

La animó a caminar de vuelta al taxi y en ese corto trayecto trató de tranquilizarse un poco. JiWoo entró primero, JungKook por otro lado, se detuvo al lado de SeokJin.

—Tomaré otro taxi —avisó el castaño—. Vayan a casa y cuida de tu hermana —sonrió levemente.

—Gracias —sus ojos brillaban con toda la sinceridad del mundo, y SeokJin pudo notarlo.

—Sube ya —dijo, en voz baja.

JungKook así lo hizo. SeokJin cerró la puerta desde afuera y se mantuvo un par de segundos de pie, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, mientras veía el taxi alejarse.

JungKook tomó la mano de su hermana, ella en respuesta, recostó su cabeza en el hombro del pelinegro. Sorbió por la nariz, al menos su llanto ya había cesado.

—¿Mamá y papá ya están en casa? —preguntó con cierto temor.

—Si así fuera, ya tendrías miles de llamadas de papá ahora y seguramente no estaríamos en dirección a casa, sino a tu funeral.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora