Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫

스물둘:22

JungKook daba golpecitos a su sien con el lápiz portaminas mientras veía atentamente el ejercicio que SeokJin le había escrito en su cuaderno.

Estaban en casa del pelinegro, en su habitación específicamente. Los dos estaban sentados en el suelo con una pequeña mesita frente a ellos, donde estaban sus cuadernos y lápices.

JungKook tenía el ceño ligeramente fruncido mientras craneaba cómo resolver el ejercicio. Sus labios estaban levemente tintados de rojo gracias a la paleta de caramelo que se encontraba saboreando. Su mano izquierda no dejaba de mover el palito que sujetaba el mismo caramelo.

SeokJin al darse cuenta que su compañero se estaba distrayendo inconscientemente con eso, le sacó la paleta de la boca.

—Concéntrate.

JungKook suspiró con algo de frustración. De verdad odiaba Química.

Quiso concentrarse una vez más en el ejercicio, pero su mayor distracción llegó cuando vio que SeokJin, con toda confianza, había metido la paleta a su propia boca. Eso le pareció un poco extraño.

—¿Qué? —preguntó SeokJin al ver su expresión de desagrado.

—Eso estaba en mi boca antes de entrar a la tuya, ¿estás consciente de eso?

SeokJin se sacó el caramelo para poder responder.

—Ayer en la mañana mi lengua estaba en mi boca antes de entrar a la tuya.

—¡SeokJin! —lo empujó levemente—. Es asqueroso cuando lo dices así —a pesar de lo dicho, sus mejillas se tiñeron de un suave rosa. Y es que no había esperado ese comentario en lo absoluto. Por otra parte, también escuchó la carcajada del contrario, cosa que le hizo sentirse aún más avergonzado.

—Tranquilízate, no es para tanto. Lo que digo es que, a comparación de lo anterior, esto no es nada. Solo compartimos un dulce.

—Sigue siendo un beso indirecto —murmuró mientras su mirada intentaba enfocarse en el cuaderno.

—Oh... ¿eso es lo que te molesta? —miró la dichosa paleta de caramelo por unos segundos, en realidad no había pensado en eso hasta que JungKook lo mencionó. Después de eso volvió a subir la mirada al pelinegro y sonrió con algo de picardía—. ¿O es que prefieres uno más directo?

JungKook lo miró, pero él no lucía tan divertido con el tema como el castaño.

—No es gracioso.

SeokJin entonces borró su sonrisa cuando supo que el pelinegro hablaba muy en serio.

—Solo era una broma.

—¿Una broma? —cuestionó molesto—. SeokJin, se suponía que no íbamos a hablar de eso. Y ahora estás diciendo cosas fuera de lugar.

—¿Entonces tú puedes jugar conmigo y fingir coquetearme, pero cuando yo lo hago es una ofensa para ti? —soltó a la defensiva.

—No, yo solo... —suspiró, relajando su semblante—. Es que eso fue antes de lo que pasó en el instituto.

—¿Sabes, JungKook? Si eso te tiene así de intranquilo es porque te importa más de lo que crees.

—Por supuesto que sí. Me importa porque engañé a mi novia.

—Tú no tienes novia, lo finges. Ella no te gusta.

—Sigue siendo mi novia —recalcó—. Aunque no me guste, no pensaba lastimarla de esta forma.

—¿Y por qué no le terminas?

JungKook abrió la boca para responder, pero antes de que su voz lograra salir, hubo algo que le llamó la atención: había una marca en el cuello de SeokJin. Estaba cubierta por el cuello de la camisa, pero cuando el castaño hacía algún movimiento, la marca quedaba al descubierto. No quería aceptarlo, pero eso le molestó un poco.