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JungKook se sintió demasiado confundido por un breve momento. ¿Qué hacia SeokJin ahí? ¿Por qué estaba frente a la puerta de su apartamento? ¿Por qué tan de repente luego de no haber dado señales de vida durante dos semanas? Sin darse cuenta comenzó a sentirse nervioso por segunda vez en el día, aunque por motivos muy diferentes.

—Hola —dijo SeokJin—. Pensé que estabas en casa.

—¿Has esperado mucho? —preguntó mientras caminaba hacia la puerta para ingresar el código.

—No realmente. Vine porque, mm, no lo sé. Solo... quería hablar —suspiró—. Han ocurrido muchas cosas últimamente.

JungKook asintió levemente. Tenía mucha intriga, no iba a negarlo, y aunque SeokJin hubiese decidido rechazarlo, no quería decir que no podían ser amigos, ¿cierto?

Lo dejó pasar primero al apartamento, y seguido entró él luego de cerrar la puerta.

—¿Quieres cerveza, café, té?

—Té está bien, gracias.

El pelinegro volvió a asentir. Luego de quitarse su chaqueta, se dirigió hacia la cocina. Se tardó lo necesario para preparar el té, y una vez que estuvo listo, regresó a la sala con dos tazas que colocó sobre la mesa de centro. SeokJin ya se encontraba sentado en un sofá, aunque no lucía especialmente cómodo con estar ahí. JungKook sospechó que se debía a algo más allá que solo el asiento.

—Es fin de semana en la noche, espero no estar interrumpiendo alguno de tus planes —dijo SeokJin.

—No, para nada —se sentó al lado suyo para luego tomar su respectiva taza—. Dime, ¿de qué quieres hablar?

—Christian y yo... —dijo mientras tomaba su taza de té también—. Nos hemos dado un tiempo.

JungKook estaba por tomar el primer sorbo del humeante líquido, pero se detuvo tan pronto escuchó eso. Bajó la taza cerca de su regazo y vio a SeokJin, confundido.

—¿Un tiempo?

—Dejé el lugar donde nos estábamos hospedando hace dos semanas —dijo, bajando la mirada—. Él quería irse, pero después de haber hecho que viniera hasta aquí y arruinarlo todo, pensé que lo justo era que debía ser yo quien se fuera. Ahora me estoy quedando en un hotel que parece que en cualquier momento te aparecerá Norman Bates en la ducha o mientras duermes, pero era lo que había porque... bueno, no estoy trabajando y con gastos inesperados... ya sabes.

—Mierda, SeokJin. ¿Por qué no me lo dijiste? —dejó la taza en la mesa de nuevo. Giró todo su cuerpo en dirección al castaño, viéndolo entre molesto y preocupado—. No fue mentira cuando te ofrecí que fueras mi roomie. No tienes que preocuparte, no voy a cobrarte.

—Ni siquiera se lo dije a SuJi, me daba aún más vergüenza decírtelo a ti.

—Bueno, ya lo hiciste, así que más te vale tener tu trasero y tus maletas aquí mañana. No voy a permitir que te quedes en un lugar de mala muerte.

—En serio, no te lo decía para que me dejaras quedarme aquí.

—Lo sé, pero de verdad no tengo problema con ello.

—Gracias, JungKook —sonrió ligeramente.

—No tienes que hacerlo —le devolvió el gesto—. Oye, pero... ¿puedo saber por qué se dieron un tiempo?

—Fui sincero con él —le miró a los ojos—. Le dije que siento algo por ti.

El corazón de JungKook se aceleró ante sus palabras. Era la primera vez que SeokJin reconocía explícitamente que sentía algo por él. Quiso sonreír, pero se esforzó por no hacerlo y mantener la seriedad.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora