마흔여덟:48

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JungKook miró la hora en su celular. Habían pasado dos horas desde que llegó a casa de SeokJin después de haber insistido en pasar tiempo juntos. Sabía que Jackson tendría unos compromisos por cumplir y las posibilidades de que estuviera en casa de su novio a esas horas eran nulas, por lo que no fue una preocupación.

Ahora lo que sí le preocupaba era que desde que llegó, SeokJin no hacía más que solo jugar videojuegos. Al inicio se le unió y disfrutaron de un grato momento compitiendo el uno contra el otro, pero en la última media hora se había aburrido mientras que SeokJin continuaba jugando. El castaño estaba sentado con la espalda apoyada en la cabecera de la cama, JungKook se encontraba recostado al lado suyo, sintiéndose morir de aburrimiento.

Sabía que a SeokJin le encantaban los videojuegos y cada vez que jugaba se le veía muy concentrado. Lo inusual era que cuando estaban juntos, el castaño no duraba ni 35 minutos cuando ya estaba sobre JungKook comiéndole la boca. Ahora, sin embargo, ni siquiera volteaba a verlo.

No le molestaba que SeokJin fuera fan de los videojuegos, en lo absoluto. Pero era decepcionante que no habían estado juntos en poco más de dos semanas y ahora que al fin lo estaban, no hacían nada más que estar con la consola.

Se suponía que harían las tareas, pero las mochilas quedaron tiradas en el suelo tan pronto entraron a la habitación. JungKook seguía esperando a que SeokJin dijera algo, deseaba que al menos le hablara para sentir que existía. Pero eso no sucedió.

Consciente de que era él quien tenía que dar el primer paso, se entrometió para ponerle pausa al juego.

—Oye —se quejó SeokJin, sin estar muy molesto en realidad, sólo sorprendido.

No obstante, su mente quedó en blanco cuando su chico se sentó a horcajadas encima suyo. SeokJin le vio atentamente, sin decir nada en lo absoluto. JungKook lo tomó de las mejillas y se acercó para besarlo.

Por un momento el castaño se dejó llevar. Correspondió al intenso beso que el pelinegro controlaba. Disfrutó del sabor y la textura de sus labios, y al cabo de unos segundos terminó separándose con una sonrisa.

—JungKookie.

—¿Sí? —susurró.

—De verdad quiero terminar esta partida —lo tomó de la cintura, animándolo a que se bajara de su regazo.

JungKook puso los ojos en blanco y no le quedó de otra más que quitarse de encima. Se sentó a su lado nuevamente. Esperó por lo menos dos minutos, y esta vez sintiéndose molesto, mientras SeokJin continuaba con la vista en su televisor él se levantó de la cama, tomó su mochila y caminó a paso furioso hacia la puerta.

—Espera, espera —dijo SeokJin tan pronto lo vio con las intenciones de irse. Volvió a ponerle pausa al juego—. ¿Dónde vas?

—Si vas a estarme ignorando, no tiene sentido que siga aquí —soltó con fastidio.

—No te estoy ignorando —contraatacó.

JungKook sonrió con ironía.

—¿Piensas que no he notado que has estado evadiéndome? Actúas normal con todos menos conmigo. SeokJin, si hay algo de mí que no te gusta, me lo puedes decir sin problema; si no te gustó el sexo porque soy inexperto, si te dio pánico conocer a mis padres o si quieres terminarme, dímelo. Pero no te comportes como un idiota conmigo, porque me estoy cansando de adivinar qué es lo que te pasa y no se supone que debería rogarle a mi novio para que tan siquiera voltee a verme cuando estoy con él —esperó por una respuesta, pero esta jamás llegó. Sintiéndose un poco exasperado e indignado, giró el pomo para abrir la puerta—. Que disfrutes tu maldito videojuego —murmuró.

Perfect Boy ✦ ≪JinKook≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora