-EL PORQUE DE UN DESTINO ROTO-

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Intente de mil formas olvidarle, tuve parejas, pero ninguna amada por mi Alfa, él la quería a ella, esperaría por ella.

Pero mi corazón se terminó de romper cuando la vi, vestía un perfecto vestido blanco, habían pasado tal vez cinco o seis años desde la última vez ella se había graduado solo para que a los pocos días dijera un "Si, acepto"

Yo debí de haber escuchado aquella frase, yo debí de haber dicho una igual para ella.

Yo debía ser el que la mirara todas las mañanas al amanecer, yo debí ser el primero y el único que amara su cuerpo de una y mil formas.

Pude pararme en la ceremonia, gritar que yo me oponía a ese matrimonio, pero fui un cobarde siempre lo fui, ella me dio una última mirada mientras caminaba a la salida ya como esposa de aquel Beta.

Yo debí ser su esposo, yo debí ser su Alfa.

Mi vida se convirtió en un infierno, la locura total me alcanzo e hizo de mi un mostró, un mostró que me fue consumiendo poco a poco, cometí tantos errores los siguientes años que incluso mi propia familia me dejo.

Esta solo, gracias a ella.

Drogas, dinero, alcohol, mujeres, fueron mi único consuelo, una vida que jamás hubiera elegido de haberla tenido a mi lado.

¿Por qué ella no acepto su destino?

¿Ella sintió lo mismo alguna vez?

Pero el dolor que sentí todos esos años que le ame jamás se comparó con el que sentí aquella tarde de verano, salía de una comida de negocios cuando la vi, entonces como un idiota comencé a seguirle, años habían pasado sin verle.

Lucia tan hermosa su piel seguía radiante y su cabello ahora era más corto pero lucia hermosa, un vestido azul adornaba su silueta, se detuvo en un pequeño puesto de helados y compro dos, Alfa gruño en mi cabeza imaginándose que el otro seria para aquel Beta.

Pero no fue así...

Su retrato, era ella reflejada en aquel pequeño, mismo rostro, mismo tono de cabello era tan idéntico a ella.

Mami...

Aquella palabra aun resonaba en mi cabeza, aquel pequeño era su hijo, hijo de ella y de aquel Beta simplón.

Jinnie...

Jinnie...

El nombre de aquel pequeño era un juego con el nombre de ella.

Jinnie...

Era hermoso, tanto como lo era su madre, su sonrisa, sus ojos.

¡Papi!

Mi corazón se detuvo cuando el pequeño señalo hacia mí, o eso quise creer, pues cuando estuve a punto de dar un paso el pequeño comenzó a correr hacia mi dirección, extendió sus brazos mientras reía.

Nuevamente estaba ahí ese sentimiento de soledad, cuando aquel hombre a mi lado le atrapo recibiendo un fuerte abrazo.

Papi...

Lo poco que quedaba de mi corazón se hizo añicos.

Yo debí ser el padre de ese pequeño...

El debió ser mi hijo...

Yo debí ser el que escuchara decirlo papá

Esa Omega debió ser mía.

Esa Omega se arrepentirá de todo el daño que me había causado. 

-SAVE ME- [BTS] [NamJin] [Omegaverse] ✨FINALIZADA✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora