-SAVE ME- [BTS] [NamJin] [Omegaverse] ✨FINALIZADA✨

-CAPITULO OCHENTA&CUATRO-

•UNA LOCA IDEA•

-SJ-

Miraba a Mark, Rose y Tzuyu correr de mesa en mesa intentando atenderlos a todos mientras que JB y Jae se mantenían en la caja y yo solo abasteciendo lo que necesitaran, pues aún me intentaban cuidar.

— Una rebanada de pastel de chocolate y un té frio de durazno. – dijo Rose entregándome la nota.

— De inmediato... - dije y camine hacia la vitrina para tomar la rebana. – Ken un té... frio de durazno.

— Enseguida – dijo y sonreí

— Mantente quieto... - me enderece mirando a Nam quien me mira con el ceño fruncido.

— Bienvenido ¿Qué le ofrezco? – pregunte y el sonrió.

— Un beso...

— Qué asco... - gruño Ken quien salía con el té frio en manos.

— ¿Quieres que te sirva algo? – pregunte mirando a Nam quien negó.

— No amor estoy bien. – dijo y miro a JB quien cobraba una nota más.

Unos minutos después mi hora de salida llego, por lo que entre a tomar mis cosas para después rodear el mostrador mientras me despedía de todos para finalmente llegar a Nam quien tomo mi mano con delicadeza.

— ¿Kook esta con la abuela? – pregunte y Nam asintió.

— Si... hoy llegaron las cocineras así que solo está al pendiente de él. – sonreí y me apegue más a el cuándo salimos del pequeño jardín de café, mirando al tumulto de gente que pasaba. - ¿Quieres ir a algún lado? – pregunto y negué.

— No, solo quiero ir a casa... - dije y el me miro.

— ¿Te sientes mal? – pregunto mientras nos quedábamos parados a lado del auto.

— No, pero si cansado.

— Bien, quería ir por algunas cosas que ya faltan en casa pero vuelvo después. – dije y mordí mi labio. – vamos... tus hermanitos ya iban para la casa. – asentí y espere a que Nam abriera la puerta para mí.

El camino de regreso a casa estuvo lleno de platica, lo cual me hizo notar que no estaba molesto y más cuando su sonrisa aparecía o me hacia algún cariño que hacía a Omega mover feliz la cola.

— Señor Nam llegaron unos paquetes para usted. – dijo el guardia que se encontraba en la puerta.

— Bien, ahorita regreso por ellos. – dijo y yo sonreí al guardia que me devolvió la sonrisa.

El auto se detuvo frente a las escalinatas por lo que desabroche mi cinturón, y abrí la puerta mirando a Nam que hacía lo mismo.

— Iré por eso... - asentí mientras lo veía correr de regreso al portón mientras yo subía las escalinatas a casa observando como mi Alfa corría de regreso mientras sonreía mirando una gran caja.

— ¿Qué es? – pregunte y el me miro.

— Solo unas cosas que vi para Kook... - negué y el sonrió.

— Deja de comprarle cosas...

— ¿Por qué? Es mi hijo... - sonreí y abrí la puerta.

— ¡papa! – ambos sonreímos mirando a Kook quien caminaba dando pequeños pasitos hasta nosotros.

Porque mi pequeño ya había perdido el miedo a caminar, hace días había comenzado a hacerlo por si solo y aun cuando todavía era torpe no había límite para él.