-SAVE ME- [BTS] [NamJin] [Omegaverse] ✨FINALIZADA✨

-CAPITULO TRES-

-UN INTRUSO MUY FAMILIAR-

-SJ-

Habían pasado algunos días desde el incidente de aquella reserva, donde probablemente pude haber muerto, por suerte no fue así y estaba agradecido a aquel hombre que me había perdonado la vida.

Caminaba a la orilla del camino, hoy había sido un buen día pues, un anciano me había dejado ayudarle en su pequeña tienda de frutas que estaba por el centro y con ello había obtenido un poco de dinero y también un poco de frutas que el hombre me regalo amablemente.

Sin duda mis cachorros estarían felices con lo que comerían hoy.

Entre al bosque siempre mirando a mis espaldas antes, con ambas manos ocupadas mientras tarareaba una vieja canción.

Jin

Mi pecho vibro y sentí a mi lobo gruñir con fuerza cuando un extraño aroma llego hasta mis narices.

Es Jimin.

Mi pequeño cachorro rubio corría mientras lloraba, tal vez por el dolor que provocaba su pierna, tal vez por el miedo de estar siendo perseguido por dos enormes Alfas.

— ¡Jimin! – grite llamando a mi cachorro que me miro para correr con dificultad hacia mí.

No espere a que dijera más, ni a que aquellos hombres dijeran también algo, el golpe con tanta fuerza que ambos terminaron tirados en el suelo junto a las bolsas de comida.

Todo un desperdicio.

Con Jimin en mis brazos, corría rápidamente con dirección a la cueva donde mis otros pequeños seguían, afuera no había rastro de alguien más así que un miedo recorrió mi cuerpo imaginando que tal vez se los habían llevado.

Aún están adentro.

Entre con sumo silencio y deje a Jimin en el suelo pidiéndole que se mantuviera quieto y callado.

— No me tengan miedo no los lastimare... - mire al hombre que hablaba con Tae quien protegía a Kook con su cuerpo. – Quiero ayudarlos...

— Hyung... - Tae me miro.

No di tiempo a que aquel hombre se girara por completo cuando yo ya le tenía en el piso con mis manos rodeando su cuello, apresando su cuerpo con el mío.

— Hyung... - Jimin corrió hasta Tae y Kook después de que los Alfas que había golpeado afuera entraran a la cueva y gruñeran al verme apunto de matar a su líder.

— Tranquilos. – susurro el hombre deteniendo a sus escoltas.

Entonces fui consiente de quien era, aquel que me había perdonado la vida, estaba aquí nuevamente frente a mí y sonreía.

— En otras circunstancias, me gustaría que estuvieras así, arriba de mí. – dijo coquetamente, provocándome un malestar en el estómago, apreté más mis manos a su cuello y este soltó un ligero gruñido.

— Tu suerte, no es tan buena como para obtener eso. – gruñí y apreté solo un poco más, pero me detuve cuando el llanto de Kook me distrajo, provocando que el Alfa en un movimiento rápido intentara hacer lo mismo que yo le había hecho.

Cosa que no consiguió.

¡Mátalo Jin!

Mi corazón latía con fuerza mientras le miraba, me acerque a mis cachorros que ya sollozaban asustados.

— Tranquilos, no dejare que les lastimen. – susurre mientras gruñía al hombre frente a mí.

— No, yo no les lastimare. – dijo pero sabía que mentía.