POV Luiza
Odio tener que estar cerca de Valentina. No me gusta su actitud, esos aires de rebelde sin causa. Quizás para las demás chicas es irresistible pero a mi ciertamente me desespera. A ver reconozco que es muy sexy, imponente si lo queremos llamar de otra manera. Entiendo perfectamente que todo el mundo esté loco por ella. Su pensamiento en cambio no vale nada. Es la típica rica que solo mira su ombligo. Solo por eso no la puedo mirar de otra manera. Es imposible quedarme callada con sus comentarios fuera de lugar, me hierve la sangre. La mayoría de las veces siento que quiero cachetearla. Cómo puede ser tan linda y a la vez decir tantas estupideces. No sé porque últimamente no paro de admirarla. Es que le encanta retarme con la mirada. Y cuando me fijo detenidamente en ella tengo que aceptar que belleza le sobra. Esos ojos por dios, como voy a ganar esta guerra si cada vez que me mira me siento en desventaja. Soy una idiota. Debería matarla por la de veces que me ha echo enojar o ignorarla para siempre, pero es que no puedo. En el fondo hay algo en ella que me atrae aunque sea para jugar a ser las súper enemigas de la clase. Si contara la de veces que me ha dejado en ridiculo y yo a ella. Duda, mi mejor amiga, asegura que le gusto a Valentina, pero se me hace imposible creer que soy su tipo. Además ya me hubiera intentado comer, con la fama de predador sexual que tiene en la universidad. Seguramente soy la ultima mujer en la que se fijaría. No pego nada con su estilo. Ella es más alocada, no le tiene miedo a nada. Yo tengo miedo de conocer mis propios límites.
Ahora estamos aquí compartiendo en un viaje de amigos, sintiéndonos tan raras. Nunca debí aceptar, pero era eso o quedarme todo el verano aburrida con mis padres todo el día trabajando y mi hermana pequeña en su campamento de baile de todos los años. El hermano de Valentina Igor propuso que nos fuéramos en su furgoneta a una especie de aventura. Es un joven tan especial, todo lo contrario a su hermana. El ama la naturaleza, los animales. Sabe tocar la guitarra, es un alma noble y libre. Además de que es muy guapo, eso si pega más con la familia. Es el novio perfecto, Duda siempre dice eso. No sé por qué aún no están juntos si se nota que se quieren. Quizás este viaje sirva para que por fin den ese paso y yo haré todo por conseguir que ese par por fin se decida. Tal vez eso me aleje de estar pensando todo el rato en que hará Valentina esta vez para irritarme. Me preocupa lo callada que está. No para de escribir en su teléfono y por alguna razón me indigna que no me esté prestando atención. Justo lo que siempre le estoy reclamando, que me deje en paz. Bueno pues resulta que la paz ahora me está haciendo extrañar su mirada. Me pregunto quien la distrae de esa manera. Para de mirar Luiza, eres estúpida. Como te puede afectar tanto una simple persona.
-Tranquila Valentina está ocupada en un proyecto que le encargaron sus padres- menciona Duda alejándome de mis pensamientos.
-Como si eso realmente le importara a ella- suspiro revolviéndome en el asiento.
-Luiza han pasado tres horas y la chica te ha ignorado con éxito. No me digas que la extrañas- sugiere Duda al verme tan irritada.
-Duda para. No necesito saber nada de ella. No hagas que me arrepienta de este viaje porque soy capaz de bajarme aquí mismo- amenazo sintiéndome tan nerviosa.
-Entonces porque estás así- pregunta Duda.
-No es nada- niego con dificultad. A veces ni yo misma me entiendo.
Sabes cuando sientes que estás actuando justo como te molesta que actúen contigo. Valentina me confunde, supongo que son estas benditas hormonas universitarias, que se yo. Quiero matar a la chica. ¿Quien dijo que deseo que me ignore? Maldita. Prefiero mil veces ser molestada con sus comentarios y al menos llamar su atención. Por lo visto me estoy volviendo masoquista. Paramos en un bar de carretera con la intención de tener una noche divertida pero yo estoy con los nervios a flor de piel. Y más cuando percibo como Valentina se roba todas las miradas de aquel lugar. Es que ella vestida de negro, es una tentación asegurada. Veo que un tipo se acerca a conversar con ella, pobre idiota obviamente está fuera de su alcance, pero a mi que me importa. Debería alejarme. Dios, no aguanto más.
-Disculpe la chica está conmigo- interrumpo arrastrando a Valentina a la salida del local, no sé lo que estoy haciendo. Estoy fuera de mi. Necesitaba huir de la música, de aquellos babosos, o simplemente tenerla para mi.
-¿Que fue eso Luiza?- se queja Valentina cruzándose de brazos.
-Creí que necesitabas ayuda- respondo nerviosa.
-Y desde cuando tienes intención de ayudarme- sospecha Valentina.
-Solo creí que ese tipo te estaba molestando- le excusó enseguida.
-Para tu información la estaba pasando muy bien. Es bueno conocer a gente nueva, ya que mis amigos me tratan como una problemática- se queja Valentina.
-Tal vez deberías dejar de meterte en problemas- la acuso no sé por que siempre terminamos peleando.
-Tal vez deberías callarte y dejar de opinar. Se de sobra que no te importo Luiza- dice Valentina con tristeza.
-Sabes que, haz lo que te dé la gana. Valentina- grito furiosa.
-Para Luiza, no puedo pensar cuando te pones así- ordena Valentina tratando de calmarme.
-¿Así como?- pregunto curiosa pérdida en su mirada.
-Eres demasiado caliente cuando te enojas. No sé si te quiero besar o salir huyendo. Es muy difícil de controlar sabes- confiesa Valentina, no puedo negar que le creo, pero una parte de mi siente que esto no es correcto. Valentina no gusta de mi, solo quiere utilizarme.
-Valentina se que es una obviedad pero ni aunque fueras la última chica de la tierra te besaría. Olvídalo, eso no va a pasar- niego fingiendo que me desagrada la sola idea de imaginar algún vínculo romántico con ella.
-Tampoco es que te fuera a besar, becaria- pelea Valentina de vuelta a su aire de superioridad. Me está retando y yo por supuesto no aparto la mirada.
-Estúpida, subnormal- la empujo. No quiero estar más cerca de ella.
-No es necesario que discutan por mi hermosas. Acepto un trío- propone el baboso del bar, parece que nos estaba siguiendo y ahora quiero romperle la cara.
-Cierra la boca- le grito ante la risa de Valentina.
-Eres brava. Me encanta- comenta aquel rubio musculoso.
-No tienes ni idea- contesta Valentina sin parar de reír.
-No sabía que tenías novia sobrina- habla aquel hombre con tanta familiaridad que empiezo a entender que quizás se conocen y me quiero morir. Menuda escena monté antes. Espera ha dicho sobrina.
-No es mi novia no, pero creo que a ella le gustaría- bromea Valentina. Quiero matarla.
-No me vuelvas a hablar en la vida Valentina....
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No te odio, te amo.
FanfictionLuiza y Valentina son como un imán, se atraen inevitablemente. Llevan un año peleándose pero en el fondo hay algo, un sentimiento que ninguna de las dos sabe expresar.