No te odio, te amo.

Madres

Nota: Antes que todo perdón por la ausencia. Espero que les guste esta nueva etapa de la historia. En el futuro habrá algunos capítulos contando todo lo sucedido hasta ahora.

Varios años después

POV Valentina

Es el primer día de Leo en la escuela y mi corazón no está listo para dejarlo ir. Solo tiene tres añitos. Luiza cree que es una buena idea para que el pequeño tenga sus amigos y en el futuro no sea tan difícil su adaptación pero me cuesta aceptarlo. Somos tan unidos. Es mi niño mimado, el que me derrite siempre con sus juegos y travesuras. Ha sido un año difícil. Mi esposa ha tenido una gira importante y prácticamente me ha tocado estar sola con nuestro hijo. No me quejo pero últimamente su trabajo está suponiendo una gran brecha en nuestra relación. Quizás nos acostumbramos demasiado a estar todo el tiempo juntas, no lo sé. Su emoción ante este gran día me tranquiliza. Leo es un niño inteligente, pero además extrovertido, amoroso. Se que no le costará nada aceptar este cambio. Luiza ha cancelando sus ensayos para acompañarnos y la verdad me alegra mucho porque no se si le perdonaría que no estuviera presente. Se parecen tanto los dos. El corazón se me encoge cuando se abrazan y el besa su frente con muchísima ternura. Pese a estos últimos tiempos Luiza siempre intentó estar cerca de él. Llamándolo todas las noches antes de dormir y leyéndole un libro por videollamada. Es una mamá cariñosa a pesar de ser la voz que manda en la casa ya que a veces le toca reprimirnos a los dos por lo mucho que jugamos y hacemos desastre por donde quiera que pasamos. Aparentemente todo marcha bien, sólo que a veces siento que algo nos falta.

-Amor, ¿estás llorando?- pregunta Luiza mientras me lanza a sus brazos y besa mi mejilla para secarlas.

-Soy una tonta, los sé- reconozco agachando la cabeza y escondiéndome en su cuello.

-Eres hermosa y la mejor mamá del mundo- asegura Luiza levantando mi cabeza para que nos miremos a los ojos.

-Gracias, por pedir el día y estar aquí- comento presa de esos ojos que todavía me desequilibran como la primera vez.

-Siempre, somos una familia. Se que ha sido difícil para ti pero estoy aquí- afirma Luiza uniendo nuestras manos.

-Míralo, es un hombrecito- señalo a Leo que termina su desayuno con una sonrisa.

-Lo es. Nunca pensé que acabaría consolando a mi niña mimada-bromea Luiza besando mi hombro mostrándome su comprensión.

Le ayudo a colocarse su mochila y tomo una fotografía para inmortalizar el momento. Al llegar todos nos reciben con mucho cariño. Parece que elegimos el sitio correcto, se nota en el ambiente. La maestra nos da mucha información para que llenemos y le pido que cualquier cosa me llame de inmediato. Se que lo sobre protejo mucho pero no lo puedo evitar. Luiza le pide que disfrute y juegue con sus compañeros. Nos despedimos con un abrazo los tres. 

-¿Te llevo al estudio?- propongo para romper el hielo. 

-Diego me va a pasar a recoger más tarde por casa. Pensé que podíamos almorzar las dos juntas. Hace mucho que no estamos a solas- responde Luiza.

-No voy a poder, tengo una sección de fotos muy importante- adoraría acompañarla pero es un compromiso que no puedo aplazar.

-Está todo bien. Otro día quizás- reacciona con frialdad.

-¿Y como van los ensayos?- trato de que conversemos un poco más. Últimamente los silencios son bastante incómodos entre nosotras.

-Muero por terminar esta gira de una vez. Ha sido una gran experiencia pero estar lejos de ustedes dos es lo más difícil que he experimentado- confiesa Luiza.