Nota: Es un capítulo especial, sin dramas. Antes de la perdida de memoria y todos los problemas del pasado. Feliz navidad mis queridas lectoras. Las amo mucho. Gracias por compartir esta historia conmigo y por los lindos comentarios que recibo.
POV Valentina
Es un día especial y poder pasarlo con ella me hace infinitamente feliz. Mi mujer, mi amiga, mi futura esposa. Luiza se ve tan hermosa con su vestido rojo. La miro y no dejo de sentirme afortunada. Tener la oportunidad de estar con el amor de mi vida. Saber que ella me ama. Cada detalle lo hace más bonito. Su sonrisa hace que mi corazón sienta tanta devoción hacia ella que me parece imposible querer de esta manera. Luiza me saca a bailar en frente de todos. Me da vergüenza ser tan torpe. Besa mi hombro y todo deja de existir. Me dejo guiar por su experiencia. Amo como se aferra a mi cintura. Ella manda en esta danza. Es tan sexy, la mejor bailarina del mundo. Un par de vueltas y casi pierdo el equilibrio. Me sostiene con fuerza. Ojalá solo existiéramos las dos porque estoy deseando hacerla mía. Susurra un te amo en mi oído que me devuelve al limbo absoluto en un instante. Estoy loca por ella, no me escondo. Sería capaz de lo imposible por mi mujer.
-Feliz navidad. Mi amor- celebra Luiza abrazándome al terminarse la canción.
-Te amo Luiza. No lo olvides nunca por favor- respondo girándola en el aire.
-Estoy tan apasionada- confiesa mordiendo mi cuello sin piedad. Se olvida de que estamos rodeada de toda la familia y nuestros amigos.
-Pueden separarse ya. Tenemos que terminar el postre Luiza- regaña Duda al ver que no podemos estar lejos la una de la otra.
-Mi postre es Valentina- juega Luiza besándome con pasión.
-Que asco Luiza- cierra los ojos Duda ante nuestra enésima demostración de cariño.
Soy la encargada de la música en la fiesta y regreso a mi labor. Trato de complacer los gustos de todos, y en especial los de mis suegros. Quiero que se sientan parte de la celebración, que estén bien contentos. Después de terminar con el pastel Luiza y Duda vuelven para animar más la fiesta. Se divierten como nunca. Hoy es el día para beber y ser feliz. Estamos todos juntos, con mucha salud y hay que estar agradecidos. Roger propone un juego donde te dicen que parte de tu cuerpo tienes que tocar sin equivocarte y al final tienes que ser más rápido que tu contrincante y quedarte con el regalo. Luiza es la mas competitiva. Gana todas las rondas. Luego jugamos al pin pon con bebidas. Estoy un poco maderada de tanto beber. Por suerte nuestros padres están fuera hablando de política, economía y esas cosas aburridas.
La cena se da de los más tranquila, hasta que Luiza decide jugar por debajo de la mesa robándose mi tranquilidad. Es la reina del descaro, experta en tocar mis puntos más sensibles. Conoce a la perfección mi cuerpo y mis deseos más oscuros. Me lleva al balcón para mostrarme una sorpresa. Puede ser tan cursi cuando quiere. Se trata de unos globos en forma de corazón, con mi nombre. Me emociona que sea tan romántica y no tenga vergüenza de ser incondicional. La beso con todas mis ganas. Saboreo su boca tiernamente pero encendiéndola a la vez. Aprieto sus nalgas como a ella le gusta y presiono su coño con mi rodilla para que se haga una idea de todo lo que pienso hacerle cuando acabe la noche. Nadie me va impedir el recrearme con su cuerpo hasta que salga el sol. Volvemos al salón para desenvolver los regalos. Brindamos por la vida. Luiza me regala un álbum con nuestras primeras fotos y me derrito mirando lo tierna que somos. Yo le regalo un collar con el infinito para que sepa que somos eternas. La voy a querer toda mi vida.
-Es nuestra primera Navidad y ya estoy deseando pasarlas todas contigo- susurra Luiza mientras estamos sentadas frente a una fogata escuchando las historias que cuenta mi padre de mis abuelos.
-Imagina cuando tengamos nuestra casa y seamos nosotras la que invitemos a todos-contesto ilusionada.
-Será perfecto sin duda- asegura Luiza correspondiendo a mis anhelos.
-Brindo por eso- levanto mi copa para brindar con ella.
-Te amo- clama a los cuatro vientos Luiza para después besarme con sabor a champagne. Muerdo su labio para incitarla a mis pecados.
-Quiero que me arranques la ropa con los dientes- sugiere Luiza muy bajito para que nadie escuche.
-¿Ya?- la provoco con una sonrisa.
-Ven conmigo- me arrastra Luiza disimuladamente para no llamar demasiado la atención.
Estoy demasiado borracha para pensar con claridad sin embargo me dejo llevar por su ímpetu. Subimos la escalera con dificultad porque nuestras manos están más inquietas que nunca. No encuentro mi propia habitación. Entramos sin querer a la de mis padres.
-Te imaginas que follamos aquí- se burla Luiza.
-Ni loca- niego.
-Pensé que eras más atrevida Valentina- invita Luiza cayendo sobre la cama. A mi madre le da un infarto seguro.
-No me provoques. Estoy intentando ser fuerte aquí- le advierto.
-Te imaginas la cara de tu madre- se divierte Luiza quitándose la ropa.
-Me estás cortando todo el rollo- no puedo reaccionar.
-Llévame a tú habitación. Y hazme gritar o me busco a otra novia- amenaza Luiza tirándome el vestido en la cara.
Tengo a la enamorada más desequilibrada de la historia. Cuando llegamos la tiro sobre la cama con intensidad. Ya está en ropa interior y paseo mi vista descaradamente por su abdomen perfecto.
-Te quiero en cuatro ahora mismo- le ordeno y ella simplemente obedece.
-Estoy empapada Valentina. No me hagas esperar- suplica Luiza.
Le quito las bragas con mis dientes como ella quería. Ella tiembla superada por el deseo. Paseo mis dedos por su entrada recreándome con el manantial entre sus piernas. Luiza aprieta las sábanas. Paso mi lengua para probarla. Maldita mujer, soy capaz de vender mi alma para permanecer enterrada en su interior. Introduzco dos dedos de golpe mientras Luiza gime mi nombre sin parar.
-Así Valentina, justo así- solloza desesperada por el placer.
-Te sientes tan rico amor- murmullo en su oído para después mordérselo.
-Me corro- anuncia Luiza.
La sostengo del cabello y sigo empujando en su interior duro y rápido como me lo exige con sus movimientos apresurados. Estoy en el paraíso simplemente puedo sentir un orgasmo formándose en mi sexo por la corriente de mis dedos siendo apretados, que sensación tan jodidamente placentera.
-No puedo maaaaas- grita Luiza dejándose ir en un instante.
Se deja caer en la almohada invadida por las convulsiones. Trato de calmarla pero es imposible. Es muy sensible,
-Eres perfecta- la abrazo envolviéndome en su sudor. Adoro su olor a sexo.
-Eres una diosa Valentina. Cada vez es mejor- asegura Luiza escondiendo su rostro en mi cuello.
-Lo dices porque me amas- niego
-Te amo locamente- confirma besándome.
-Te amo más.....
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No te odio, te amo.
FanfictionLuiza y Valentina son como un imán, se atraen inevitablemente. Llevan un año peleándose pero en el fondo hay algo, un sentimiento que ninguna de las dos sabe expresar.