Luz, cámara y acción

1.4K 83 19
                                    

POV Valentina

Las pruebas confirmaron efectivamente un embarazo de tres semanas. La emoción que siento es tan grande que apenas puedo explicarlo. Luiza me acompaña a todos lados y parece estar el doble de ilusionada que yo. Es nuestro sueño y vamos a luchar por él. No vamos a decir nada hasta después de los tres meses porque a pesar de que somos las personas más felices sobre la faz de la tierra en este momento conocemos las complicaciones y lo que puede conllevar. Tengo miedo pero por suerte mi esposa llega a besar mi mejilla y me calma. Echo de menos muchas cosas, como el ir al estudio y estresarme por la tardanza de las modelos, por los pedidos de los patrocinadores, las campañas fuera de lugar. En cambio me he descubierto fotografiando atardeceres, paisajes y lugares increíblemente hermosos. La naturaleza es muy buena consejera y sabe llenarte bien cuando la escuchas de cerca. Luiza sabe que mi pasión es estar con una cámara grabando y capturando momentos, por lo que se se encarga de hacer planes donde pueda tener uso de ella. Además de que lo que más amo fotografiar es su carita hermosa, su culo empinado, esas piernas de infarto, la boca más maravillosa de este planeta, su escote. Por dios bendito estoy demasiado excitada solo viéndola colocar las compras en el frigorífico con un short de andar por casa y el pelo todo alborotado. Agitada por el trabajo y empecinada en que no la ayude, que ella puede con todo.

-Valentina me estás escuchando- se gira Lu terminado su labor.

-Te gustaría posar desnuda para mi- suelto sin más ganándome una mirada de esas que fulminan.

-He posado mil veces desnuda para ti- recuerda mi morena con ese rostro pícaro que quiere decir tantas cosas.

-Pero estoy aburrida amor, Leo está en la escuela y si mal no recuerdo hoy no hay clases de bachata- reclamo como si fuese una niña pidiendo ir a su parque de diversión favorito.

-Se puede saber que quieres fotografiar- acepta rodeándome con sus brazos la cintura. Suelo verme tan pequeña a su lado.

-A ti, completamente a mi disposición. Abierta sobre la cama, excitándote con mis palabras. Obedeciendo como la buena esposa que eres- la provoco tomando el control de la situación.

-O sea que estás caliente- supone Luiza pegándome más a ella.

-Muy caliente, ya sabes el embarazo- insisto apretando su culo.

Vamos a la habitación y nos bañamos juntas entre risas, yo amo estos momentos cómplices. La convivencia es tan sana. Nos conocemos, somos una sola piel. No hay rincón que no haya besado y a la vez muero siempre por volverla a tener. Me provoca su olor. Cuando la toco y me dan ganas de hacerlo con fuerza, de que grite para mi en todos los sentidos, que ruegue y me entregue el poder aunque después seamos tan dulces.

POV Luiza

Estoy todavía mojada y de igual manera me pide que me acueste en la cama. Se separa de mi para buscar no se que luces. Valentina cada día me sorprende. Se ha calentado de la nada solo viéndome acomodar las compras del supermercado y no me puedo quejar. Yo la necesito siempre. Se coloca sobre mi de rodillas y no puedo evitar sentirme nerviosa como la primera vez, pues sus ojos son los mismos, irradian el fuerte deseo y la tensión de la que no puedo escapar. Siento el primer clic sobre mi boca. Valentina la abre con sus dedos y yo tiemblo como una niña inexperta porque cuando ella se trasforma en esta criatura sexy que reclama a su presa me deja completamente a su merced. Gira mi rostro con fuerza para fotografiar mi cuello a la vez que pasa su lengua por el. Estoy a punto de correrme solo con eso y se supone que son solo unas fotos. A quien vamos a mentir con ella no sería nunca solo unas fotos. Me hace cosquillas detrás de la oreja y su mirada se transforma en una de ternura. Como se atreve.

-Amo tu sonrisa Lu. Eres perfecta- susurra haciendo líneas con sus dedos sobre mis pechos si se atreve a ir más allá me voy a venir se lo aseguro.

Atrapa el derecho con sus manos mientras lo fotografía. Soy una perra en selo en estos momentos, no hay palabra linda para definirlo y lo peor es que debo aguantar.

-Voy a chuparte hasta que tus pezones sean rocas y luego me quedaré con ellos. Entendido- demanda mientras aprieto mis piernas tratando de contener el río que ya soy.

Los toques suaves de su lengua me enloquecen, ella lo sabe de sobra. Dibuja como un pincel y yo soy su obra más reconocida. Toca la punta y se extiende por toda la zona, su saliva es tan tropical, el aire que expulsa me desorienta. A las puertas del orgasmo otra vez con tan poco. Chupa y muerde para volverme loca y lo consigue. Me muevo de forma consiente para chocar con su rodilla y me corro sin ninguna vergüenza con temblores y gemidos que no logro remediar.

Se detiene para fotografiar el completo desastre que soy. Mientras me muerdo las manos conteniendo gritos y el sudor se mezcla con el agua, y el agua con las mieles de la pasión.

-Linda y deliciosa- susurra fotografiando otra vez mis pezones rojos y estirados.

-Eres mala Valentina- encuentro el aliento para responderle aunque no por mucho tiempo porque no puedo hablar si sigo escuchando ese bendito clic por todos los rincones de mi cuerpo en llamas.

-¿Lo soy? Más quiero que abras las piernas y me dejes ver ese coño sabroso antes y después de comerte entera- propone Valentina dejándome echa un completo desastre nuevamente. Yo amo su voz y el dominio que tiene.

Gracias al baile puedo decir que mi flexibilidad va en aumento. Eso le gusta, me lo dicen sus ojos. Estoy tan excitada. Toma su bendita foto y deja la cámara sobre el colchón.

-Sube la cadera cielo- dispone alterándome como de costumbre.

-¿Así?- pregunto toda inocente como se que le gusta.

-Que rico- huele mi intimidad con toda la maldad del mundo y rodea mi cintura con fuerza para que mantenga esa posición aún cuando se me hace muy difícil.

-Quiero que me grabes. Que cuando no estés en casa pueda buscar esta cinta y correrme una y otra vez solo viéndote chuparme Valentina- exijo con la poca fuerza que me queda.

Deja la cámara sobre la mesita, estratégicamente. Sabe de sobra todos los ángulos. Lo hemos echo tantas veces, pero siempre es mejor. Vuelvo a la posición, toda abierta, inclinada. Ella entre mis piernas y yo apuntando su boca, lista para disparar y mojarla entera. A estas alturas sus ojos ya no están, ahora son rayos que podrían simplemente atravesarme de un lado a otro.

Su lengua se abre paso inmediatamente, extendiéndose por toda la zona. Con mucha experiencia y sin ningún recelo. A la velocidad precisa, moviéndose en círculos y arrastrando toda mi excitación de lado a lado, mientras me sostiene para que no interrumpa su labor con mis temblores. Ella me come tan rico. La introduce hasta el fondo y me deja tan mojada, a estas alturas mi clitoris es una caldera que necesita su propio alivio. Valentina lo entiende y le da un pequeño azote. Con lo prendida que estoy es suficiente, me corro otra vez y mientras le pido que pare porque me falta el aire. Decide mi muerte cuando introduce esos dos dedos y prolonga aquel bendito orgasmo un par de embestidas más hasta que ya no doy de tanto placer, se me viran los ojos y mis líquidos golpean su hermoso rostro de bandida.

Nota: Volví por aquí. Esta Valentina embarazada es un peligro ⚠️

No te odio, te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora