No quiero perderte

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POV Valentina

Me molesta mucho reconocer que no estamos atravesando nuestro mejor momento. Los celos de Luiza, toda esta situación. Sobrepasa mis límites. Quiero regresar a cuando solo estábamos ella y yo, comenzando a descubrirnos. Ahora todo parece más difícil. Carla solo sabe insinuarse, está demasiado acostumbrada a conseguir lo que quiere. Parece que cada vez que la rechazo le estoy dando más razones para seguir gustando de mi. Encima que esté viviendo en casa no ayuda. Puedo entender perfectamente la posición de Luiza más yo jamás le haría daño, siento demasiado amor por ella. Luiza es mi novia, la elegiría siempre.  Mi corazón lo tiene demasiado claro. Ojalá poder grabarlo a fuego en su mente. No existe nadie en el mundo para mi. Estoy enamorada de mi militante, futura abogada y bailarina favorita.

No quiero que se aleje. Últimamente el silencio amenaza con rompernos. Luiza sale huyendo de muchas de nuestras conversaciones. A veces parece que me esconde algo. Y yo me siento la peor novia del mundo porque no le inspiro confianza. Me gustaría mucho que ella se apoyara en mi. Odio no ser capaz de ayudarla en lo que sea que esté ocurriendo. Por otra parte estoy muy nerviosa. Nunca debí aceptar tomar las nuevas fotos para la empresa de Carla. Ella tiene mil gente que puede servirle y me ha elegido a mi, que no tengo experiencia. Es una oportunidad importante, gente famosa presenciará mi trabajo. ¿Y si soy buena en esto? Podría dejar la carrera. Mi madre no lo soportaría pero que más da tengo que comenzar a vivir mi vida.

Todo sale bien en la sesión de fotos. Por instantes me pudo el nerviosismo. Pensé que me tocaría con otra modelo y no con Carla. Es una provocadora. Sabe cómo usar sus mejores armas. Pero se quedó rabiando al ver que no cedí. Salí corriendo de allí porque hoy es la presentación de baile de Luiza y yo quiero estar como novia orgullosa, aplaudiendo su trabajo. Por suerte llego a tiempo. No quiero seguir sumando tensiones.

-Haz dejado a todo el mundo con la boca abierta. Felicidades- aseguro entregándole un ramo de flores.

-Exagerada, gracias por venir. Pensé que tenías mejores cosas que hacer hoy- acepta Luiza emocionada.

-¿Qué dices? No me lo perdería ni de broma- le cuento sin parar de sonreírle. Luiza es maravillosa.

-¿Valentina donde estuviste toda la mañana? Faltaste a todas tus clases- interroga Luiza.

-Estaba tomando unas fotografías. Trabajo amor- confieso.

-Con ella, ¿verdad?- pregunta Luiza bajando la mirada.

Antes de que pueda responder Luiza se marcha devolviéndome las flores. Me siento estúpida. Creí que seríamos capaz de llevar esta situación pero cada día es peor. Necesito demostrarle que yo jamás le fallaría. Voy detrás de ella con la esperanza de que me escuche y me la encuentro aceptando el número de teléfono de otro de los bailarines y un ramo de rosas rojas. Atrevido. Me vuelvo irracional, estoy enfurecida ahora mismo. Como se atreve, en mi cara. Ahora que Luiza está hermosa con ese vestido negro. Pero, ella es mi novia. Entiendo un poco más sus sentimientos, por cómo me estoy sintiendo ahora. Es insoportable sentir que pierdes lo que más quieres, que el mundo está lleno de personas maravillosas y que un día puede llegar alguien mejor, alguien nuevo. Pero que estoy diciendo, nada de eso vale, nada de eso importa. Está escrito en sus ojos y en mi sangre. Somos la una para la otra. Pueden existir millones de corazones pero yo solo quiero el uno.

-Ya veo el porqué no necesitas mis flores- me acerco a Luiza espantando a todos los que se quieran acercar. Es increíble como después de un baile los ha enamorado. Infelices, se mira pero no se toca.

-Puedes guardar esas para ella- contesta Luiza desafiándome. Por más que sean enfermos sus celos y sin razón. Es gracioso ver cómo arruga su gesto y actúa como una niña pequeña.

-Deja de decir tonterías. Te quiero a ti- afirmo agarrándola por la cintura con fuerza. El choque de nuestros cuerpos es magia. La siento temblar y sonrío orgullosa.

-Demuéstramelo- susurra Luiza cerca de mis labios. Está completamente loca y yo me muero de amor por ella.

Lanzamos los dos ramos de flores a la vez para tener las manos libres. Empujo su cuerpo y ella enrosca sus piernas alrededor de mis caderas. Atrapo su boca con furia sin que me importe nada más. Ahora mismo sólo existimos las dos y me encanta como se siente tenerla. Su lengua es sabrosa, la chupo sin vergüenza. Luiza hace que me guste perder la respiración, sentirme al borde de un colapso porque mis pulsaciones suben incontrolablemente pero encuentro absurdo el separarme de ella. Ataco su cuello y me aferro a su espalda. Luiza grita mi nombre en un gemido. Es demasiado bonito. Solo la suelto porque estamos en la entrada de un teatro y no quiero ser noticia nacional.

-Salgamos de aquí- susurra Luiza con la cara completamente roja.

La llevo a un restaurante para celebrar su primera gran actuación. Se que le importa mucho el baile, al igual que a mi la fotografía. Es más que un entretenimiento, es pasión. Y yo quiero que triunfe, que sea famosa. Pasamos un buen rato conversando y disfrutando de la noche. No esperaba encontrarme con una vieja conocida. Definitivamente esta ciudad es muy pequeña.

-Valentina cuanto tiempo- comenta Elizabeth pasando una mano sobre mi hombro. La mujer estudió con mi madre. Eran amigas y ahora simplemente no se pueden ver. Luiza comienza a toser algo incomoda.

-Ya ves. No quiero ser grosera pero estoy ocupada- la enfrento dejándole bien claro que no voy a caer en su juego ni es mi intención pelear. Lo que sea que tenga con mi madre es cosa suya. Que no venga a querer arruinar mi noche.

-Claro, veo que estás disfrutando mucho la compañía. No se te olvide Luiza que mañana trabajas para mi. Lo digo por el vino y tal- asegura Elizabeth con sus ya conocidos aires de grandeza. ¿Pero que está diciendo? ¿Desde cuándo? Miro a Luiza para confirmar que dice la verdad. Por eso se sentía tan avergonzada de su trabajo. Por eso las mentiras. No sé cómo reaccionar. Elizabeth se marcha y nos deja solas, ante el evidente clima enrarecido.

-Lo siento Valentina, no debí ocultarte algo así- se excusa Luiza rompiendo el silencio.

-Pero lo hiciste, dejando demasiado claro que no confías en mi. ¿Tan mala parezco?- respondo enojada. En serio tenía que quedar tan mal. No era mejor aclarar las cosas desde el principio.

-Me da miedo perderte- confiesa Luiza dejando caer una lágrima.

-En cambio parece que estás haciendo todo por perderme- no puedo dejar de sonar dura. No sé qué pensar. Con Luiza las emociones son una montaña rusa.

-Valentina no digas eso- ruega Luiza negando con la cabeza.

-Búscame cuando estés segura de lo que sientes....

No te odio, te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora