Despedida de soltera

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POV Luiza

Faltan apenas dos semanas para la boda y estoy emocionada. Me cuesta aterrizar, pareciera que vivo en una nube. Realizando todos y cada uno de mis sueños.  Valentina ha recuperado el brillo en sus ojos. Cada día qué pasa somos más fuertes. La complicidad y el deseo aumentan. Muero por seguir despertando cada día a su lado. Que me siga preparando el café y me llene de mimos. Soy su consentida y le saco provecho todo el tiempo. Cuando me mira con esos ojitos hermosos el suelo deja de existir, pareciera que estoy flotando. Me siento la mujer con más suerte del universo. A pesar de todo y contra todos, hemos llegado hasta aquí y el viaje no hace mas que iluminar mi corazón con la inmensa dicha de tenerla y compartir momentos que esta vez serán inolvidables. Me duele que el fin de semana estaremos separadas por la despedida de soltera. Yo simplemente puedo morir de nostalgia. Mi prometida no puede acompañarnos a causa de unos nuevos proyectos fotográficos y yo estaré en Miami con las chicas en una de sus propiedades. Nos hemos pasado la noche entera haciendo el amor y todavía le tengo ganas. Se que solo son tres días pero extrañaré su olor, su manera de abrazarme, la seguridad que me da.

-Diviértete por las dos- propone Valentina al ver mi cara de circunstancia. Me está llevando a la casa de Duda y encima es súper temprano porque tiene más cosas que hacer.

-No me he ido y ya te echo de menos- aseguro arrugando la cara.

-Hasta que estés en la playa con tú cervecita- se queja Valentina burlándose de mi.

-Quizás te extrañe un poco menos en ese momento pero igual no tendré quien me sirva de almohada en la noche- protesto.

-Entonces es eso, solo me quieres de almohada- se enfada Valentina atácandome con la mirada.

-¿Y el sexo?, tendré que contentarme yo solita. Promete que al menos tendremos una videollamada de esas calientes-llamo su atención de la mejor manera. Se lo que causó en ella y me aprovecho.

-O podrías cambiarme por una cubana- provoca Valentina detenida en un semáforo.

-O un cubano- juego acariciando sus piernas.

-¿Lo dices en serio?- encara Valentina con indignación.

-Estás loca, solo tengo ojos para ti y lo sabes- niego inmediatamente haciéndola sonreír.

-Solo cuídate mucho por favor- ruega Valentina mirándome con ternura.

-Todavía puedo quedarme- insinúo.

-De eso nada, mereces tú despedida de soltera. Además está todo preparado- advierte Valentina.

-Convénceme- sigo acariciandola íntimamente. Adoro ponerla nerviosa.

-Piensa que cuando vuelvas tendremos maratón por toda la casa- decide Valentina emocionándome con sus palabras.

-Yo te quiero aquí y ahora- ni yo misma me aguanto estas ganas locas de fundirme en ella.

-Luiza no podemos, se van a preguntar que estamos haciendo aquí parqueadas sin dar señales de vida-advierte Valentina algo incomoda con mis caricias. La estoy excitando demasiado y luego no podemos parar.

-No se van a dar cuenta- susurro en su oído.

-Mi hermano recién puso las cámaras. Estás loca- regaña Valentina pegando un brinco al sentir mis manos dentro de sus pantalones.

-Seguro que puedes borrar el video, o mejor nos lo podemos quedar- insisto acariciando su sexo por encima de las bragas.

-Me voy a casar con una pervertida. Tengo miedo- juega Valentina dejándose vencer por mis caricias. Estamos en el garage de la casa de Igor y Duda con un calentón insoportable.

No te odio, te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora