Feliz día mi amor

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POV Luiza

Valentina y Leo llevan toda la mañana en la piscina jugando así que me acerco a recordarles que me prometieron que ayudarían con el pastel de cumpleaños y que lo haríamos juntos. Son tan testarudos, siempre ponen excusas para seguir a lo suyo. Me quedo un rato mirándolos embobada. Mi esposa lo enseña a flotar con mucha dedicación mientras se derrite admirándolo. Adoro a mi familia. Son dos seres de luz y los amo más que nada. Me hacen sonreír todo el rato. Leo me pide que los acompañe solo un poquito, y promete ser un buen niño. El pequeño sabe cómo convencerme. Voy por un traje de baño y me uno al pool party. Duda, Igor y Aninha se aparecen con la idea de un asado para adelantarnos a la celebración de mañana y como no en un momento montan todo los hermanos Albuquerque. Estoy exhausta y me dejo consentir un rato. Algo de sol y tiempo en familia me hará recargar las baterías. Valentina cuando se lo propone es un dolor de cabeza. Se pone a la par de los niños y le encanta llevarme la contraria. Tiene suerte de que la adoro con todo mi corazón. Duda se ofrece a ponerme el bronceador y mi esposa se molesta porque pretendía que esperase por ella. Encima mi mejor amiga es una juguetona y comienza a masajear mi espalda para provocarla.

-La próxima vez, ten en cuenta tus prioridades- la molesto porque eligió jugar al fútbol con su hermano antes que hacerme caso.

-Pero Lu, tú eres mi prioridad- responde Valentina con cara de cachorro en problemas.

-Valentina vuelve allí y continúa con tu juego. No te necesito aquí- le ordeno sin tener piedad ante la sonrisa de Duda.

-Ella no tiene mis manos- insiste mi esposa sin ninguna vergüenza.

-Soy mucho mejor, yo ya le daba masajes a tú caliente esposa cuando no estabas en su radar- dispara Duda defendiéndose.

-Luiza di algo- protesta Valentina con su orgullo herido.

-Valentina. Eduarda tiene un curso de masajes, no puedes competir con eso- continúo haciéndola rabiar.

-En la noche luego no vengas exigiendo que sea yo la que apague tú fuego- replica mi esposa marchándose furiosa.

Duda no puede aguantar las carcajadas y encima nos ponemos las dos a modelar nuestros trajes de baño en la cara de aquellos dos que ya no consiguen mirar en dirección al balón y solo Leo y Aninha siguen con el partido. Despertar el deseo de la persona que amas es maravilloso. Percibo que mi mujer entra en la casa para buscar unas bandejas y servir la comida, voy detrás de ella con muchas ganas de seguir jugando.

-¿Necesitas ayuda amor?- me ofrezco inclinándome en su dirección. Poniéndole los pechos directamente en la cara.

-Luiza para- exige Valentina retrocediendo.

-¿No quieres?- la seduzco colocándole el cabello detrás de la oreja.

-Pensé que mis manos no funcionaban bien, como no soy una masajista profesional- reacciona Valentina con todo el fastidio del mundo. Todavía está picada.

-Quien dijo que quiero que uses tus manos- la empujo contra la pared.

-Adiós- se escapa de mi agarre igualando un poco la balanza.

Cuando al fin quedamos a solas. Nos ponemos manos a la obra con el bizcocho. Sabía que pidiéndole ayuda a ellos dos el desastre sería épico pero me encanta los planes de a tres. El pequeño Leo adora la cocina, y me fascina mostrarle las recetas que mi madre me enseñó. Me tranquiliza poder pasar ese legado para él. Así como también es amante de las plantas como Valentina y su padre. Será un gran hombre estoy segura. Percibo que sus ojitos se están cerrando y le pido a mi esposa que suba a bañarlo mientras yo termino de hornear. Beso su frente y le prometo que cuando despierte cantaré para él.

POV Valentina.

Vuelvo al salón y Luiza tiene puesta su serie favorita. Me quedo un rato admirando lo hermosa que es. Estoy feliz de estar recuperando nuestra confianza y la intimidad que teníamos al principio. Superando el dolor y los reproches. Tengo la seguridad de que estoy en el sitio correcto, dentro de mi alma sigue aquel sueño y cuando me sienta lista iré a por el con el apoyo de mi esposa. De momento aparece una escena algo subida de tono, con algunos gemidos importantes. Comienzo a toser para molestarla mientras me subo al sofá y coloco las piernas encima de su regazo.

-El pequeño ya está dormido- anuncio reclamando toda su atención.

Inmediatamente le pone pausa a la tele y me lanza esa mirada llena de intenciones.

-No te cansas- suspiro cuando siento su boca por mi cuello.

-De ti, nunca. Siempre tengo ganas- contesta acariciando mis pechos por debajo del pijama. El contacto de sus dedos sobre mis pezones me hace delirar. Es su manera delicada y ardiente a la vez.

-Debería castigarte- me remuevo ya lo bastante excitada como para poder parar.

-Shhh, quiero que me comas Valentina- propone quitándose la ropa apresuradamente.

-¿Por que tan mojada Lu?- juego cuando pone su culo justo encima de mi cara.

-Vas a hacer algo o no- gruñe frunciendo sus ojos. Es un placer ponerla así de brava. Sobre todo en el sexo.

Separo sus labios y en un solo movimiento me da por lamerla completa. Mi mujer se estremece y se sostiene fuertemente del mueble para no aplastar mi cara. Vuelvo al ataque con la intensidad que a ella le gusta. Lu comienza a masturbarme y me distrae por un momento. Es imposible no gemir bajo su tacto. En esta posición mandamos las dos. Mato mis gemidos sobre su coño y me introduce tres dedos de golpe. Es demasiado apasionada. Sigo sus movimientos, con la misma prisa. Mi lengua sabe de sobra cómo absorberla. Golpeo su trasero y se corre en abundancia sobre mi boca. Me pide un poco de tregua para recuperarse y termina conmigo en cuestión de segundos.

-Creo que necesito un buen baño- sugiere Luiza recogiendo la ropa del suelo.

Preparamos una gran sorpresa para despertar a Leo, es su cumple y el día más importante de nuestras vidas. Nos convertimos en madre las dos y una parte nuestra se unió para siempre.

-Feliz cumple mi amor- le lleno de besos y Luiza le hace cosquillas para despertarlo.

-Mamás- grita nuestro pequeño emocionado.

-Hoy será un gran día- asegura Luiza abrazándonos a los dos.

Nos pasamos la mañana abriendo regalos. Leo no puede controlar su emoción. Ya en la tarde nos reunimos con la familia en el salón de fiestas y sus amigos están todos esperándolo. Me da mucho gusto saberlo tan animado, es muy amigable y todos en la escuela lo aman. Siempre me preocupó que por mimarlo demasiado luego se hiciera reservado. Los demás padres nos felicitan por la organización y hasta se interesan por inscribir a sus hijos en la escuela de baile de Luiza. Es bueno saber que estamos criando a nuestro hijo en un ambiente de paz.

Nota: Gente perdón por la ausencia. De verdad, extrañaba mucho escribir pero estaba fatal de salud y bueno de ánimo también. Igual estaré otra semana sin poder actualizar pero esta vez por buenos motivos ya que estaré de vacaciones. Espero lo entiendan.

No te odio, te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora