Enamorada por segunda vez

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Nota: 2/3 ?

POV Luiza

Después de todos esos besos parece imposible controlarnos. Cuando la veo solo pienso en volver a comerle esa boca gustosa. Dios mío no sabía que podía desear con tanta intensidad. Me siento en completa combustión. Lo único que me frena es Carol, todo el tiempo encima de mi como si fuera una niña. No soporto cuando se pone en ese plan. Estar con Valentina no fue lo que me hizo daño en el pasado. Estoy segura de eso. Los recuerdos que tengo con ella son todos bonitos. Además lo que cuenta es el presente y a su lado me siento la mujer más afortunada del mundo. Ella es hermosa, delicada, apasionada, detallista. Estoy a gusto, es la realidad. Por primera vez desde el accidente no tengo ganas de llorar. Todavía no le he dicho nada a Valentina pero estoy buscando un estudio para quedarme dando clases. Ya le dije a Carol que no pienso regresar a mi antigua vida. Estoy bien aquí, quizás por eso mi hermana actúa de manera estricta. Según ella estoy poniendo en riesgo mi futuro por Valentina otra vez.

-Sabía que mi cuñada te enamoraría de nuevo- comenta Duda.

-Nos estamos dando una oportunidad, conociéndonos Todo con calma- le explico.

-Más esa cara de zorra calenturienta ya la he visto tantas veces Luiza. No te haces una idea- asegura Duda.

-Es que ella es ufff. Besa con tanto ímpetu. Sus labios son exquisitos, quiero pasar mi lengua por ella todo el tiempo. Me tiene loca Duda- confieso mientras veo a lo lejos como Valentina y su hermano Igor juegan al FIFA en la play, peleándose todo el rato.

-Espera a que te pegue un buen revolcón. Ustedes dos se pasaban el día follando- confirma Duda consiguiendo que escupa el café.

-Duda para por favor. No sé si estoy lista para eso- le ruego.

-No creo que puedas resistirte Luiza. Si me gustaran las mujeres mis piernas se abrirían de par en par por esa mujer- bromea Duda y quiero matarla como se atreve a decir algo así. Es que no conoce la vergüenza.

-Deja de hablar así de ella por favor- le exijo.

-Vámonos a un spa, para que estes preparada. Por si las moscas. Estos dos cuando se juntan no paran de jugar y tienen el día libre- propone Duda sin darme mucha elección.

-Recuerda que por la noche tengo que hacerle un favor a un compañero de trabajo. Bailamos juntos hoy- le advierto que no puedo demorarme mucho.

-Te acompaño. Noche de salsa, así dejamos a estos dos que ni siquiera voltean a vernos . No nos esperen chicos. Bye- se despide Duda de Igor y Valentina.

Duda realmente es un volcán en erupción. No para, me trae todo el día dando vueltas. Insinuando que debería dejarme llevar y todas las cosas que podría hacerle a Valentina para volverla loca en la cama. Ese tipo de comentarios me deja completamente sofocada. Reconozco que pensar en esos ojos verdes me deja en un clima completamente sexual. Lo qué pasa es que tengo inseguridad. Y si no consigo hacerla gozar. Valentina ha tenido más amantes. Yo solo a ella y encima ni siquiera lo recuerdo. Duda asegura que cuando era más joven solía tener las misma indecisión pero terminé resolviéndolo muy bien.

-¿Quieres ver a tú novia celosa?- pregunta Duda cuando me acerco a la barra para tomar un trago con ella. Estuve bailando la primera ronda y estoy agotada.

-¿Qué hiciste Eduarda?- le pregunto alarmada sin siquiera protestar el echo de que no es mi novia todavía. Al menos no oficialmente.

-Le mandé un video de tu baile hot con ese bailarín musculoso y viene para acá. Solo quería mover a ese par de aburridos de casa. Perdóname- comenta Duda como si fuese algo normal.

-Pero Valentina no es celosa. Tú misma lo dijiste- le recuerdo.

-Cuando se trata de ti. Esa mujer es capaz de todo- explica Duda y me temo lo peor. Tengo que seguir bailando. Le estoy haciendo un favor a mi amigo.

Justo cuando estoy en una de las coreografías más complicadas, tropical y candente. Valentina se aparece en primera fila. No sé ni siquiera descifrar lo que me dice su mirada, es un mezcla excitación, molestia, puede atravesarme como una flecha, rápido y certera. Lo noto perfectamente. Me da por provocarla y sigo moviéndome pero con mis ojos todo el tiempo en su silueta. Imagino que estoy bailando con ella, ocupa toda mi mente, mi espacio, mis ganas. Duda se entretiene viendo que Valentina no da más de lo molesta que está. Tengo que seguir con mi trabajo.
Me bajo del escenario y quiero ir a cambiarme pero unos brazos me detienen en el camino lanzándome bruscamente al camerino. Caemos las dos sobre un sofá.

-¿Que te pasa Valentina?- protesto apartándola de mi. Estoy sudada, avergonzada, acalorada. No me he visto en una situación igual en la vida.

-Eres mía Lu, de nadie más- advierte Valentina volviéndose a acercar. Ahora me acorrala contra el espejo. Acaso quiere matarme.

-¿Estás celosa Valentina?- la acuso al borde del colapso.

-Lo estoy si, ¿algún problema?- me reta sabiendo perfectamente todo lo que provoca.

-No tendrías por qué estarlo. Nadie me besa como tú, nadie me toca como tú- señalo temblando por cómo me tiene agarrada.

-Linda, eres tan linda Lu- asegura Valentina atacando mi cuello como si estuviera realmente hambrienta.

-Valentina- suspiro totalmente entregada a sus caricias.

Mi cuerpo parece conocerla mejor que yo y no protesta ante su torpeza. Es más, me encantaría que me tomara ahora mismo y me hiciera perder la cabeza. La imagen de una Valentina desesperada rozándose contra mi sexo, aferrándose a mi espalda, consigue que me olvide donde estamos. Sigo sus movimientos a la expectativa de lo que pueda hacerme. Chupa mi mi cuello como si quisiera dejar marca y grito de pura impaciencia. Simplemente no era consciente de lo que un simple baile podría ocasionar en ella. Me voltea con agilidad y sigue acariciando mis piernas. Estoy cegada por la pasión. Solo quiero que ella termine con este sufrimiento. Sentimos unos pasos que se acercan y tenemos que separarnos inmediatamente. Valentina me arrastra hasta detrás de unas cortinas y tapa mi boca con sus manos para calmar mi respiración.

-¿De donde sacaste a esa bailarina? La quiero para mi- comenta uno de los hombres.

-Le gustan las mujeres no tienes la menor oportunidad- explica el otro joven. Ridículos, quiero salir y enfrentarlos pero Luiza me detiene.

-Eso es porque aún no la han echo gozar- alardea el que parece ser un guardia de seguridad. Valentina no aguanto más. Salimos del escondite haciéndoles frente y quedan como los dos babosos que son.

-Pídele perdón antes de que te arranque los dientes- amenaza Valentina con su rostro más firme y desafiante.

No te odio, te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora