No te odio, te amo.

Acepto

POV Valentina

Que llueva el día de tu boda es buena suerte, yo elijo creer. No pasa nada si tenemos que sacar un millón de paraguas sólo quiero jurarle amor eterno frente a todos y compartir el mejor día de mi vida con ella. Se que Luiza es perfeccionista y cuando las cosas se salen de su control el pulso se le acelera. Duda ya me advirtió que anda histérica temiéndose lo peor por eso elijo calmarla haciéndole saber a cada momento que estoy en su barco. Si ella quiere nos casamos, pero si desea no hacerlo por alguna cuestión también la voy a apoyar. Lo primero es que su vestido de novia llegue lo antes posible para que se calme. Igor toma prestada mi moto para sacar a Carol de un atasco. Mientras yo hago todo lo posible por ir a buscar a mi suegro en helicóptero. De algo tiene que servir el dinero y los contactos. No voy a permitir que nadie arruine mi día. En cuando a la lluvia en algún momento parará. Mientras mis padres cuidan de que no se arruine la decoración, montando un techo alrededor del jardín. Como diría mi abuela todo en la vida tiene solución menos la muerte. Esto sigue y será bastante épico. No hay ninguna duda

-Amor ya tengo mi vestido. Gracias por rescatar a mi hermana y hacerlo posible. ¿Donde estás? ¿Que es ese ruido?- pregunta Luiza.

-He venido a recoger a tú padre en un helicóptero. Beneficios de tener una novia rica- respondo con una sonrisa, se le nota más confiada y eso me encanta.

-¿Es en serio Valentina?, eso no tiene sentido- reacciona Luiza descolocada.

-Quiero que todo esté según lo planeado. No podría dejar a Augusto tirado en otra ciudad. Es importante para ti y para mi- aclaro.

-¿Amor y si no vuelves a tiempo?-pregunta mi morena. Teme que sea peor el remedio que la enfermedad.

-Voy a volver te lo prometo. Ahora ponte linda y clava veinte cuchillos en la tierra si es necesario para que deje de llover. Te amo- la tranquilizo.

-Te amo más, me muero por besarte- asegura Luiza.

Solo yo para salir a volar con este mal tiempo. Estoy rezando para que no ocurra nada. Tal vez es una imprudencia de mi parte pero es que es muy injusto que se arruine todo por un par de inconveniencias. Solo son treinta minutos no tiene por qué pasar nada.

POV Luiza

Tengo un mal presentimiento, quiero estar tranquila pero hasta que no vea a Valentina no se me va a pasar. Mi futura mujer está desquiciada como se le ocurre ponerse a volar esa cosa en medio de una tormenta. Quiero matarla y a la vez llenarla de abrazos. Se lo importante que es este día para ella. En fin, tengo que confiar. Mi madre llora de felicidad al verme vestida de novia y todos se deshacen en elogios pero mi cabeza está en otra parte. La buena noticia es que ha dejado de llover y hasta salió el sol de repente. Hay un arcoíris hermoso en el cielo y por fin me entra algo de esperanza. Los invitados van llegando de a poco, es un bonito atardecer pero me falta ella. Cuando veo entrar a mi padre por fin consigo respirar. Por el alivio que me produce saber que todo está bien lo abrazo.

-Casi muero a causa de lo cabezota que es tú mujer pero aquí estamos- la sonrisa de mi padre me relaja. Mi relación con ellos nunca será igual pero lo intento.

-No tenía idea que podía manejar un helicóptero- Valentina me sorprende siempre.

-Ella es fuerte, astuta y tiene bastante claro que haría cualquier cosa por ti. Ahora vamos, no podemos hacer esperar demasiado a la novia- propone mi padre ofreciéndome su brazo.

La emoción, la adrenalina, no se compara con nada. Es nuestro día. A partir de hoy escribiremos con una tinta diferente, sabiendo que estaremos unidas por siempre. Nos amamos con locura pero además de todo eso mezclaremos nuestras almas para ser capaces de luchar contra lo que aparezca en el futuro. Ella será mi esposa y pienso entregarle completamente mi ser cada segundo de lo que me reste de vida.