POV Valentina
Comienza a sonar Havana, el salón completamente oscuro iluminado por una chimenea. Cierro los puños intentando controlarme. Presiento que esto va a costarme algo de vida pero no quiero que se detenga, necesito verla bailar. Fijo la mirada en sus piernas, se mueven hacia adelante trazando un camino perfecto. Que difícil respirar. La manera en la que extiende sus brazos en perfecta sincronía y la línea de su cuello me invita a los deseos más oscuros. Luiza, que mujer hermosa. Sus caderas van de un lado a otro y yo sin poder seguirle el ritmo, me arden los ojos, tengo el pulso fuera de control. Es un baile, Valentina, contrólate. Me repito a mi misma, unas cuántas veces para calmar mis ansias de ir más allá. De momento coloca los brazos sobre su cabeza y veo cómo zarandea su hermoso culo a centímetros de mi. Esto ya es provocación. Debería estar llamando una ambulancia. Toca todo su cuerpo mientras se revuelve, su pelo desordenado, mordiéndose la boca traviesa. Qué espectáculo magnífico, ella es buena. Quiero levantarme del sofá, ponerla contra la pared y arrancarle la ropa, para luego hacerla completamente mía ¿Que me está pasando? Se me nubla la vista del deseo que estoy sintiendo. La música se detiene y yo no consigo reaccionar. Esto es demasiado, no le basta con ser la mujer inteligente, noble, temperamental, a veces tímida. También desborda sensualidad.
Lo siguiente es una canción romántica que provoca que Luiza me saque a bailar. No puedo negarme. Ella coloca las manos en mi cintura y se pega a mi cuerpo peligrosamente. ¿Es consciente de que estoy contando hasta cien para no perder la poca cordura que me queda? Solo soy capaz de mirar el suelo de manera nerviosa. Luiza se mueve lentamente, guiándome en cada momento. Siendo su nariz en mi cara, suspira abiertamente arrancándome un pequeño gemido. No es justo, prometí que la esperaría pero esto ya es una tortura. Luiza me obliga a mirarla, en sus ojos solo puedo leer deseo, pero no quiero asustarla y por segundos me logro pausar. Ella me da una vuelta y de nuevo me recibe en sus brazos. Podría pasarme la vida entera colgada de su cintura, sería tan feliz. Quiero construir una vida a su lado. Dejarme llevar por el amor. Pierdo un poco el equilibro y ella sonríe con tanta belleza que ni siquiera voy a protestar. Soy pésima bailando.
-Linda- susurra Luiza acariciando mi rostro. Es la primera vez que la siento tan abiertamente hablando para mi.
-Bailas muy bien, creo que voy a necesitar algunas clases- afirmo tratando de recuperar el aliento pero sin separarme ni un milímetro. Me gusta el peligro de estar cerca de ella.
-¿Como piensas pagarme?- pregunta Luiza mordiéndose los labios. Es una provocadora.
-Algo se me ocurrirá. Tenemos que volver, es tarde- necesito escapar de este momento tan intenso, de lo contrario romperé mi promesa.
-Quiero quedarme aquí contigo- propone Luiza dejándome completamente helada con su petición.
-¿Y tus padres?- me preocupa lo que pueda pasar.
-Puedo decirles que me quedo a dormir con Duda- reacciona Luiza con una mirada demasiado traviesa.
-Creo que no soy una buena influencia para ti- bromeo haciéndonos sonreír al mismo tiempo.
-Yo creo que eres la mejor- asegura Luiza mientras se aleja para hacer un par de llamadas.
Ella quiere que pasemos la noche juntas y me parece maravilloso. Luiza confía en mi. Sabe que jamás sobrepasaría ningún límite. Salimos juntas a comprar alimentos para la cena. Luiza se ha empeñado en que quiere cocinar. Parecemos una pareja, ella no suelta mi mano y me sonríe. Creo que estoy en el paraíso, literal. Se ve tan linda cocinando, yo me encargo del postre. Pienso que no me importaría en absoluto que mi vida en el futuro fuese así. Quiero pedirle formalmente que sea mi novia. Estoy enamorada y necesito vivir todo esto a su lado. Es la noche perfecta. La pasta de Luiza es mi nuevo plato favorito. Que delicia. Abro el vino para brindar por esto tan bonito que tenemos.
-Te quiero- confieso de repente después de un buen sorbo de aquel vino.
-¿Qué?- Luiza derrama su copa de la impresión.
-Es que siento que esto que me pasa contigo no me ha pasado nunca, estoy todo el tiempo pensando en ti. No es ningún capricho Luiza. Estoy enamorada, revolucionas todo aquí dentro- tomo su mano y la coloco encima de mi corazón.
-Te quiero Valentina- declara Luiza soltando algunas lágrimas.
-¿Por qué lloras?- pregunto preocupada.
-Es que nunca imaginé sentirme se esta manera la verdad. Despiertas tantas cosas bonitas cuando me miras así- responde Luiza abrazándome.
-¿Aceptas ser mi novia?- pregunto después de besar su frente y sus manos.
-Acepto- responde Luiza abrazándome con más fuerza.
Parecemos dos niñas, después de recoger la mesa. Regresamos al sofá. Hablamos sin parar, no me canso de escucharla. Propongo que utilicemos el jacuzzi, pero sé que me va a ser muy difícil el autocontrol . No importa, no me pienso perder el placer de ver a Luiza mojada. Por dios, mal comenzamos. Esta mente comienza a volar a lugares prohibidos. Le presto un traje de baño y luce tan perfecto en ella. Tengo que parar de mirarla así o no sobreviviré a nuestra primera noche. Cuando la ayudo a bajar ella cae encima de mi causando un corte circuito al instante. Estamos tan cerca, mi nariz chocando con la suya. Aguanto la respiración pero no funciona, solo quiero mirarla.
-Valentina, si no me besas ahora. Voy a matarte- ordena Luiza arrugando mi mejilla y en un tono de amenaza directa.
-Pensé que no me lo pedirías nunca- sonrío ante su desesperación. Es bueno saber que no soy la única impaciente.
Antes de que pueda decir nada más, advierto sus labios sobre mi boca. La suavidad, su inocencia, es demasiado para mi. Atrapo su boca para unirme a este viaje sin regreso. Se que a partir de ahora nada volverá a ser igual. Como explicar todo lo que significa si yo lo creía imposible. Encajamos perfectamente, mi lengua se da el gusto de recorrerla entera. Aprieto su cuerpo sin parar de besarla como si el mundo se detuviese aquí y estuviese disfrutando de mi último segundo. Se nos acaba el aire, trato de recomponerme y cuando me quiero dar cuenta es ella quien ataca esta vez con más hambre, con más ganas. Es un ángel, ella ha venido a salvarme, no tengo dudas. Su manera de envolverme. Es apasionada, me tiene loca. Me besa una y otra vez. Estoy tan caliente. Se que ella no está lista, pero tiene esa manera pura de comprometerme y de estimular cada uno de mis sentidos. Chupa mi labio inferior y me late cada célula del cuerpo. Tenemos que parar o no podremos dormir esta noche.
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No te odio, te amo.
FanfictionLuiza y Valentina son como un imán, se atraen inevitablemente. Llevan un año peleándose pero en el fondo hay algo, un sentimiento que ninguna de las dos sabe expresar.