POV Valentina
Me ha dejado el mundo de cabezas literalmente. Llevo varios días sin salir de casa. Llorando como una idiota. Ha sido volver a verla y perder el norte. ¿Por qué me tiene que afectar tanto esta mujer? Independientemente de todo. Ella vendió nuestra historia. No puedo evitar sentirme mal por su accidente. ¿Será que leyó mi último mensaje? Ahora nunca lo sabré. Debe ser horrible no recordar nada. Estoy confundida pero no quiero encontrármela de nuevo, mucho menos hablar de nuestro pasado.
Al parecer no le contaron sobre nuestra relación. Sus padres continúan odiándome por una acusación ridícula en una fiesta. Me duele tanto que soy incapaz de salir de la cama. Esto es demasiado. Tengo ganas de huir, activar el modo cobarde y marcharme lejos de ella. El tiempo pasa y su belleza crece. Estuvo inconsciente entre mis brazos, el miedo a perderla para siempre fue más grande que el odio que supuestamente debería tenerle. Ahora no estoy segura. Yo la miro y me tiembla todo. Luce diferente, triste. Ella que solía ser tan alegre. Desearía poder sacármela de la cabeza, pero no puedo.
-Se que no quieres hablar nada del tema Valentina pero necesito que me escuches- ruega Duda. Tiene la llave de casa, pero me sorprende su presencia. Rara vez se acerca hasta acá.
-Ya se que volvió y que perdió la memoria- la freno.
-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?- pregunta Duda sorprendida.
-Nos encontramos por casualidad y no me reconoció. Imagínate la tristeza. Una cosa es que no quiera nada con Luiza y otra muy diferente que no me preocupe por su estado- confieso ofreciéndole un café a mi cuñada.
-Yo solo me reuní con Carol. Luiza quiere acercarse a sus antiguos compañeros para ver si consigue recordar. Han sido años muy difíciles para ella. Siempre la culpé por marcharse así. No sé. Tengo ganas de abrazarla- cuenta Duda emocionada.
-Podrían haberle contado todo. No la están ayudando en nada. ¿Por que le ocultan nuestra historia?- pregunto alterada. Quiero gritar y mucho.
-Eso quería contarte. La familia de Luiza te culpa por su accidente. Parece que hubo una foto tuya con otra mujer. Salió a conducir alterada. Estuvo tres meses en coma. No quieren que sufra. Carol sabe que está mal y quiere aclarar todo pero con calma. Por eso me pidió ayuda- explica Duda dejándome más confusa aún.
-No entiendo nada, a qué foto se refieren. Sabes mejor que nadie que yo no la traicionaría. En cambio ella. Mi madre le pagó para que se fuera- protesto. Ahora resulta que la mala soy yo. Increíble.
-¿Estás segura que esa noche que bebiste mucho por la discusión con Catarina no hiciste nada?- pregunta Duda con miedo de molestarme y lo consigue.
-Duda no vayas por ahí. Estaba borracha pero Marcela me llevó casa y me quedé dormida. El día siguiente me la pasé con una resaca horrible y solo en la noche pude enviarle el mensaje pidiéndole explicaciones por el dinero que recibió. Que tengo incluso la copia del cheque- me defiendo.
-Hay algo muy raro en este asunto. Siento que las engañaron a las dos. ¿Sabes que Sonia nunca estuvo enferma? ¿Y si el dinero nunca fue para Luiza y si para su familia? Nadie estaba de acuerdo con la relación. El amor que se tenían era más fuerte que nada- sospecha Duda. Me parece demasiado. Quiero matarlos a todos.
-Quizás estás en lo cierto Duda pero ya nada de eso tiene sentido. Luiza no me recuerda. Ese amor murió. Aquella Valentina murió y no hay nada que pueda romper eso- afirmo totalmente rota. Llorando como una niña. Esto no me puede estar pasando. Desearía tanto que ella recordara y me ayudara a resolver esto. ¿Pero de que serviría? Nos perdimos en el camino. Yo que pensaba que pasaría toda mi vida con ella.
Vuelvo al estudio con ganas de enfocarme en nuevos proyectos y superar toda esta mezcla de emociones que llevo dentro. La conversación con Duda me dio fuerzas para salir. No puedo esconderme. Tengo que demostrar que soy otra Valentina. No debería afectarme tanto algo que ya pasó. En cambio cuando la veo entrar en la galería se me cae el discurso al suelo. Luiza es una mujer bellísima. Siempre admiré su cuerpo. Ahora pareciera que es consiente de ello. Se muestra más. Ha crecido en sensualidad y presencia. Se nota que no tiene ni una pizca de inseguridad. Su caminar hacia mi es una producción en cámara lenta y con muchos efectos especiales. Da la impresión de que estoy dentro de una película. Yo debo ser la estúpida embobada, incapaz de reaccionar.
-Hola- saluda Luiza de la manera más dulce. Deja un beso en mi mejilla que consigue tocarme las fibras.
-¿Como estás?- pregunto temblando. Perfecto ahora ella puede pensar que soy gaga.
-Estoy mejor, me quedé esperando tu llamada- afirma Luiza siendo bastante directa.
-Lo siento- no tengo palabras.
-Mi hermana me contó que éramos novias en la universidad. ¿Es por eso que estás tan nerviosa?-insiste Luiza dejándome con la boca más abierta aún. No sé cómo comportarme ante ella.
-Yo diría que éramos más que novias. Fuiste el amor de mi vida Luiza. No es nada fácil para mi. Compréndelo- le pido con la voz rota.
-Perdón por ser tan asfixiante. Carol me dijo que rompimos cuando me fui del país. Ni siquiera sabía que tenía novia. Es todo muy complicado- asegura Luiza sintiéndose mal por verme así de sensible. Cada vez me deja más conmocionada el escucharla y tenerla en frente, actuando como si nada hubiera pasado.
-Hay muchas cosas que no sabes y lo peor es que no puedo ayudarte porque yo tampoco las sé. Si eso es lo que esperas de mi. Será mejor que te vayas- me incómoda y necesito alejarla. No lo puedo evitar.
-Solo un café Valentina. Después te dejo en paz- propone Luiza sin darse por vencida.
La acompaño porque se me hace imposible negarle las cosas. Luiza saca a la luz mi lado vulnerable y es por eso que pretendo mantenerme lo más lejos posible. Me conozco, podría caer fácilmente en sus encantos. Caminamos juntas hasta una pequeña cafetería del centro. La observo saborear su capuchino y quiero sonreír pero algo me dice que esto no está bien. Ella solo está aquí de paso. Y no es justo.
-Que loco. Nos conocimos estudiando derecho y ahora tú eres fotógrafa y yo bailarina- comenta Luiza con naturalidad.
-Con tú talento, era inevitable- respondo sintiéndome avergonzada.
-¿Me has visto bailar?- pregunta nerviosa.
-Varías veces- confirmo compartiendo su nerviosismo.
-¿Cuanto tiempo estuvimos saliendo?- cuestiona Luiza.
-Dos años- le cuento.
-¿Y me fui sin más? Que idiota- asegura Luiza sin podérselo creer.
-Era increíble, lo nuestro. No me arrepiento de nada- confieso dejándome llevar por los buenos recuerdos.
-Me encantaría recordarlo. Espero hacerlo algún día. Desde que desperté me siento fuera de lugar. Me he peleado con mis padres, no tengo amigos. Todo es una mierda. Si no fuera porque me presenté a aquella audición y hoy me dedico profesionalmente al baile preferiría haberme quedado en coma- declara Luiza rompiendo a llorar. Se nota que se le escapó toda esa información y sale corriendo avergonzada por estar llorando. Después de todo soy una desconocida.
Salgo corriendo detrás de ella sin pensarlo. Luiza no se merece estar tan sola. La ayudo a levantarse y me abraza. Tengo que ser fuerte pero aprieto mis ojos y suspiro ante su olor. Como es un poco más alta me toca estar de puntillas. No soporto verla triste. Mi instinto quiere protegerla.
-Ayúdame- suplica ente lágrimas.
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No te odio, te amo.
FanfictionLuiza y Valentina son como un imán, se atraen inevitablemente. Llevan un año peleándose pero en el fondo hay algo, un sentimiento que ninguna de las dos sabe expresar.