POV Luiza
Después de besarnos por horas en aquel jacuzzi casi pierdo el sentido. Valentina es súper fogosa. Tiene una manera de morder mis labios que me eriza la piel. Todo esto es nuevo para mi, me siento una niña inexperta que en cualquier momento puede hacer las cosas mal. Me gusta tanto que me dejo llevar fácilmente. Es como si nos conociéramos de otras vidas. Siento que encajamos de forma natural. Me atrae su olor, muero si me toca, estoy completamente a su merced. Quiero seguir besándola, pero entiendo que Valentina ya no puede más. Es cariñosa conmigo, me respeta pero puedo sentir su desesperación. La forma en la que respira con dificultad. Se ve súper bonita, su cara roja representa lujuria. Me ayuda a secarme, sus manos temblando con la toalla sin separar siquiera la vista de mi. También estoy nerviosa, no sé controlar esto que siento. Me he besado con la chica que odiaba a morir, la que fue capaz de convertir mi primer año de la universidad en una pesadilla. Más la realidad es que Valentina es única. Y yo estoy perdidamente enamorada de ella. Es mi adición. Amo su cercanía y la manera en la que conduce su lengua en mi boca con experiencia.
Amanecer a su lado, abrazadas de la manera más inocente posible después de comernos viva la noche anterior tiene su gracia. Tengo mil mariposas en el estomago. Es tan linda, su sonrisa. Valentina sale corriendo para ser la primera en utilizar el baño y yo quedo embobada con su manera de ser tan cría a veces. Ella que frente al mundo suele ser tan distante, firme y creída. En el fondo se comporta tan infantil y graciosa que dan ganas de protegerla y amarla por sobre todas las cosas. Mi cuerpo desea tanto entrar en la ducha con ella que me entran los escalofríos. Cuanto más me podré aguantar las ganas. Estaríamos hablando de mi primera vez mientras Valentina tiene más de una experiencia. Me invade una mezcla de curiosidad y vergüenza que es imposible sentirse preparada. Quizás deba dejar que las cosas fluyan y no apresurar nada. Difícil pero lo intentaré. Tengo muchas llamadas perdidas. Diez de Eduarda, veinte de Carol. Debo llegar a casa de Duda lo más pronto posible porque mi madre pasará a recogerme. Valentina se apresura en su moto, para ella no es ningún esfuerzo. Le encanta la velocidad y mostrarme como controla todo con solo respirar.
-Me debes un desayuno- se queja Valentina despidiéndose de mi.
-¿En serio Valentina? Casi pierdo la vida. No te debo nada- intento pelear con ella pero con esta cara de tonta ni siquiera me sale.
-Exagerada- responde Valentina.
-¿Y un beso? ¿Crees que me merezco un beso?- pregunta Valentina con una carita de princesa inofensiva.
-No te lo mereces pero es que te tengo muchas ganas- afirmo tirando de su chaqueta y sellando nuestros labios en un beso sin cuidado, con mucha lengua, descarado y en plena calle. Casi arranco su labio inferior de una mordida. Valentina está acabando conmigo sinceramente. Estoy perdiendo la cordura y ni me importa.
-Eres perfecta- suspira Valentina encontrando muy difícil separarse de mi.
-Espero que ya no tengas hambre- juego con su cara mientras ella se vuelve a colocar el casco.
-Ahora solo tengo hambre de ti- menciona Valentina robándome el aliento.
Entro a escondidas en la casa de Duda, para que sus padres no se den cuenta. Mi amiga es una cómplice maravillosa. Por suerte salimos ilesas de este lío por ahora. Vamos a su habitación. Donde supuestamente he pasado la noche.
-Cuenta- exige Duda haciéndome cosquillas.
-No sé por donde comenzar. Valentina es como un sueño echo realidad. Me llevó a una cabaña que perteneció a sus abuelos para tomarme unas fotos maravillosas. Es talentosa, sabe cómo fotografiarte el alma. Lo juro. Luego me pidió que bailara para ella. Sus ojos mientras la provocaba eran oscuros. Quería mucho tirarme encima de ella. Le pedí que pasáramos la noche juntas. ¿Puedes creerlo? Cociné para ella, luego me pidió que fuese su novia y le dije que si- le cuento todo con detalles y me invade la emoción.
-Están enamoradas. Lo sabía, era obvio por cómo se miraban. Yo lo sospeché desde siempre. ¿Dime que hiciste toda la noche pervertida?- aplaude Duda brincando en la cama como si le hubiese pasado a ella. Amo a esta loca.
-Solo nos besamos, en un jacuzzi, por horas- confieso acentuando cada palabra.
-Y como besa esa diosa de ojos verdes- insiste Duda.
-Aún me tiemblan los labios de recordarla, es tan desenfrenada y la vez dulce, delicada. Si Valentina no se frena por respeto a mi creo que hubiese tenido mi primera vez en aquel jacuzzi- aseguro con la cara roja de la vergüenza.
-Estoy tan feliz por ti. Amiga mereces este amor tan bonito. Estoy segura de que Valentina va a cuidar de ti y será muy especial. Yo confío, mucho. Espero ser la madrina de boda algún día- afirma mi amiga derretida ante nuestra historia.
-Duda, estás loca. No creo que sea para tanto- respondo alarmada.
-El tiempo lo dirá- decide Duda.
Me tengo que pasar el fin de semana trabajando para una amiga de mi madre y eso me pone de los nervios porque quería mucho estar con Valentina. Encima tuve que mentirle porque no quiero que sepa que trabajo para el bufete de abogados que es adversario al de su familia. Siempre tienen disputas y no sé si eso sería del agrado de ella. Me siento mal, pero es mi trabajo, no puedo renunciar ahora. El domingo hago todo lo posible por terminar antes y darle una sorpresa pero Valentina no está de humor. Se ha pasado toda la comida mirando su teléfono y distante. Odio cuando no es capaz de pronunciar palabras y se encierra en su burbuja. Es insoportable.
-Me vas a decir que está mal. Llevo una hora hablando sola- me quejo cuando volvemos al auto.
-¿Te arrepientes?- pregunta Valentina mirando tensa para mi.
-¿De que estás hablando Valentina?- me tiembla la voz estoy muy nerviosa. No sé qué le pasa, está tan rara.
-Responde, ¿quieres estar conmigo o no?- subraya Valentina de manera intensa.
-Claro que quiero idiota, me estás asustando- contesto sin poder leer su mirada.
-Pensé que ya no querías saber nada de mí- afirma Valentina agachando la mirada y se me rompe el corazón de verla por un segundo así. Tan frágil. Ahora comprendo que fui muy cortante con ella.
-Valentina, lo siento. Se que desaparecí por dos días pero no tiene nada que ver con lo que imaginaste en tu cabeza. Estaba trabajando y me daba vergüenza- la tranquilizo.
-¿Vergüenza por qué?- interroga Valentina.
-Yo no tengo dinero, pero si muchas obligaciones. Me encantaría pasarme todo el día pegada a ti porque amo tú compañía y extraño mucho tus besos. Pero a veces no puedo y espero que puedas entenderlo- trato de explicarle.
-Entiendo amor, pero no sientas vergüenza por favor. Me gustas como eres. Se que nada es fácil para ti, y me encanta que seas luchadora, trabajadora, apasionada. Perdóname, no sé por qué sentí que me estabas ocultando algo- afirma Valentina y después me abraza.
Quiero mucho confesarle donde trabajo pero lo único que logro es besarla. Tengo miedo, por primera vez siendo que pertenezco a una historia, que soy fuerte a su lado. Valentina es importante para mi y es horrible la sensación de que puedo perderla.
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No te odio, te amo.
FanficLuiza y Valentina son como un imán, se atraen inevitablemente. Llevan un año peleándose pero en el fondo hay algo, un sentimiento que ninguna de las dos sabe expresar.