No te odio, te amo.

Deseo

Nota: swrules Para ti ❤️

Años atrás

POV Valentina

Duda ha querido quedarse con Leo este fin de semana pero convencer a Valentina ha sido un dolor de cabeza. Ella es muy sobreprotectora y le afecta esta separación como si se tratase de un tema irreversible y sin solución. Ya no sé cómo más hacerle entender que nuestro hijo solo tiene un año y puede consentirlo y mimarlo a placer todo lo que quiera. Ella cree que perderse un segundo a su lado es una eternidad pero no es así. Tienen una conexión que asusta, Leo se calma en sus brazos y solo sonríe cuando Valentina lo divierte con sus payasadas. Al principio me daba un poco de celos, el ver que Valentina es mucho mejor que yo en lo de ganarse la confianza de nuestro pequeño. Luego acepté que somos las dos importantes para él y que cada una ocupa un papel esencial en su crianza. Lleva horas preparando una lista con todas las actividades y cuidados que estoy segura que nuestra amiga ni siquiera prestará atención. Duda es mas de ir a su aire. Por suerte Leo es muy apegado a ella y eso a Valentina al menos la tranquiliza. Además que Igor es el tío más consentidor del mundo.

-Lárgate ya y ocúpate de tu esposa. Lo tengo todo controlado- pelea Duda cansada de tanta terquedad.

-Cualquier cosa que me llamas. Si tienes alguna pregunta- insiste Valentina desquiciándonos a todos.

-Para amor- le ruego tapando su boca.

-¿Como haces para aguantarla?- me pregunta Igor con una sonrisa.

-Todos los días me hago la misma pregunta- contesto divertida.

-He oído bien. ¿Tiene alguna queja la señorita?- protesta Valentina completamente indignada.

-Tengo muchas, pero quizás puedas hacer algo al respecto- la provoco sin darme cuenta de que no estamos solas.

-¿Verdad? Veremos hasta donde eres capaz de aguantar- insinúa Valentina apretando mi culo descaradamente.

-Ok, está es la parte donde desaparecen- propone Igor cuidando de que Leo no se despierte de su siesta y tapándose los ojos todo escandalizado.

-Justo en la mejor parte, aguafiestas. Quiero detalles, considéralo mi sueldo de niñera- refunfuña Duda.

-No te preocupes, te lo grabo todo- afirma Valentina dejándome con la boca abierta.

-¿En serio?- pregunta Duda muy interesada en el tema.

-Claro que no Eduarda, estás bastante grandecita puedes hacer tus propias cosas con tú marido aquí presente- la regaño.

-Espero que la próxima vez que te vea, puedas caminar- bromea la morena mientras le lanzo un cojín. Odio cuando se pone en este modo juguetón.

Paseamos por toda la ciudad tomadas de la mano como dos chiquillas que recién comienzan a enamorarse. Valentina me toma fotos mientras me tomo un helado en un parque del centro. Vamos juntas a un spa, nos hacemos las uñas y de paso nos llevamos unos excelentes masajes. Se trata de aprovechar cada segundo. Compramos ropa nueva, hablamos tranquilamente de nuestros temas, recordamos varios momentos que ya hemos vivido, es increíble como he recuperado la memoria casi un noventa por ciento. Los doctores alucinan y eso me llena el alma. Saber que la amo desde siempre ya lo sabía, pero reconocerme en aquellas memorias y sentirme afortunada es otro nivel de emoción.

En la noche nos vamos a bailar. Me gusta mucho la fiesta, la música y mi excelente pareja de danza. Valentina ya es toda una profesional en los ritmos latinos. Disfruta siguiendo mis locuras. Nuestra química no pasa desapercibida en cualquier salón. Me dedico a provocarla, froto mi culo constantemente y a mi esposa se le hace muy difícil respirar. El sudor, la gente alrededor, las canciones calientes. Creo que ha llegado la hora de resolver esta tensión.