En nuestra debilidad Dios se glorifica

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Cuando venimos a los pies de Jesús, muchas veces llegamos por necesidad, otras veces porque crecimos en una congregación.

Dios nos adopta como sus hijos y nos da una nueva vida.

En el caminar con Jesús, estamos expuestos a dificultades; porque vamos por un camino angosto. Todos tenemos debilidades, y el enemigo lo sabe, y es donde ataca.

También tenemos a un Dios poderoso, que como a Pablo le respondió, a la petición de quitarle una espina que había sido clavada en su cuerpo (malestar o dificultad).

pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

2 corintios 12:9

Esa debilidad o dificultad que nos hace alejarnos de Dios, o nos impide amarlo, podemos entregarla para que su poder se manifieste. De esa manera las personas se darán cuenta que no se trata de mí, o, usted, sino de Dios actuando.

Si usted se encuentra pasando por alguna dificultad, y no sabe cómo orar, lo que es lo correcto: Solo debe rendirse por completo a Dios, y permita que Él tome el control.

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.

Romanos 8.26

La invitación es que le entregue su vida al Señor Jesús, que permita que su rostro se manifieste en tu vida. No busques la perfección en sus hijos porque estamos siendo transformados por Dios, y tampoco te podemos dar salvación. El único que nunca te falla, Perfecto, Santo, Poderoso, Majestuoso, Merecedor de toda gloria y honor es Dios.

Dios le bendiga

Mi Día con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora